Especial: Temen aumentos ‘apocalípticos’ de contagios en EEUU

Alertan sobre regresos parciales al confinamiento en estados del sur como Texas y Arizona.

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Estados Unidos registró un récord de 40 mil contagios de Covid-19 en últimas 24 horas, cifra más alta que en pico de epidemia en abril. (Foto: Reforma).
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Houston.- Los casos diarios confirmados de Covid-19 en Estados Unidos marcaron un nuevo récord, al registrar 40 mil contagios en las últimas 24 horas, de acuerdo con el recuento de la Universidad Johns Hopkins.

Varios estados de la EEUU como California, Florida y Texas alcanzaron nuevos picos esta semana que constituyen el mayor salto de un día en casos durante la pandemia.

Las cifras de contagiados en el país son realmente alarmantes, con un máximo diario de 39,972 contagios y 2,425 fallecimientos, muy cercano a los picos máximos registrados a finales de abril, cuando las infecciones por la epidemia del COVID comenzaron a mostrar una tendencia a la baja.

Un total de 30 estados reportaron en la semana un incremento en nuevos casos del COVID-19, mientras otros continúan estableciendo nuevos récords en cada periodo de 24 horas.

Hay temores de aumentos repentinos "apocalípticos" en las principales ciudades de Texas si la tendencia continúa; Houston podría ser la ciudad más afectada del país, con números que compiten con los de Brasil.

El aumento de las infecciones en los estados del sur puso de manifiesto los peligros de reactivar las economías sin que exista una vacuna o un tratamiento efectivo contra el COVID-19.

El promedio diario subió en más del 50% en las dos últimas semanas, según un análisis de The Associated Press. Los números reales son probablemente muchos más altos por el acceso limitado a las pruebas y otros factores.

El número de fallecidos bajó, aunque el de contagios haya subido, probablemente en un reflejo de la mejora de los tratamientos médicos y de los esfuerzos por evitar infecciones entre los más vulnerables, como las residencias de mayores.

Estiman que hay 20 millones de contagios

Los expertos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) estiman que en el país podría haber al menos 20 millones de personas contagiadas con el coronavirus porque solo se están realizando pruebas a los enfermos con síntomas y no a aquellos que no los presentan y tiene capacidad de contagiar a otros individuos.

Los CDC tienen la estimación de que el número real de casos de coronavirus sería diez veces mayor que la cifra oficialmente reconocida por las autoridades, que actualmente se sitúa en 2.4 millones de personas contagiadas y más de 120 mil muertos.

"Nuestra mejor estimación ahora mismo es que por cada caso detectado habría realmente otros diez contagios", afirmó el director de los CDC, Robert Redfield, en declaraciones a la prensa este jueves. El responsable sanitario dijo que esta estimación se basa en que solo se están haciendo pruebas de detección de coronavirus a personas que presentan síntomas y aquellas que están asintomáticas contagian a otros individuos.

"Probablemente detectamos el 10 por ciento del brote con los métodos que usamos para diagnosticar entre marzo, abril y mayo", señaló. El director de los CDC afirmó que entre el 5 y el 8 por ciento de la población ha estado expuesta al coronavirus, por lo que ha emplazado a los estadounidenses a mantener la sana distancia, llevar siempre mascarilla y a lavarse las manos con frecuencia.

"Conforme avanzamos hacia el otoño y el invierno, estos hábitos van a ser mecanismos de defensa verdaderamente importantes".

Texas y Arizona, los nuevos centros de la pandemia 

Cuando Texas empezó a mitigar las restricciones del coronavirus, el gobernador Greg Abbott no usaba mascarilla. Prohibió a los alcaldes tomar precauciones adicionales durante una de las reaperturas más rápidas de Estados Unidos.

Dijo que la Casa Blanca respaldaba su plan y que la gente podía salir de sus casas con seguridad. Dos meses después, la oleada de contagios lo ha obligado a dar marcha atrás.

Esto no está limitado a Texas, donde Abbott frenó bruscamente la mitigación y exhorta a la gente a quedarse en casa.

En Arizona, el gobernador Doug Ducey declaró al estado “en pausa” en momentos en que se agota rápidamente la capacidad de los hospitales.

Con 3,056 infecciones reportadas el jueves, Arizona sumó su cuarto día con más de 3 mil contagiados diarios en una semana. Las transmisiones se dispararon luego de la decisión del gobernador, el republicano Doug Ducey, de levantar en mayo las restricciones de quedarse en casa.

El 25% de las pruebas realizadas en el estado en los últimos siete días fueron positivas, casi del triple de la media nacional, y un récord de 415 pacientes necesitaban respiradores artificiales.

Ante los nuevos rebrotes en los estados del sur, Nueva York, Nueva Jersey y Connnecticut anunciaron que impondrán una cuarentena de catorce días a los viajeros que lleguen procedentes de los estados de Alabama, Arkansas, Arizona, Florida, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Texas y Utah.

Para Trump, la economía y la política antes que la salud

Al tiempo que se registran las elevadas cifras de contagios, el presidente Donald Trump, actúa como si la pandemia en EEUU hubiera sido vencida y está enfocando los esfuerzos de su gobierno en reabrir la economía.

Y mientras tanto el Primer Mandatario vive muy alejado de la realidad, en una burbuja de obsesión política por la reelección, la pandemia, que quizás se encuentre apenas en sus etapas temprana, está empezando a destruir su mundo.

El Gobierno del presidente Donald trump ha atribuido el repunte de la epidemia a que también se está incrementando la realización de pruebas, pero los expertos alertan que las cifras podrían llevar a un nuevo cierre de la economía.

También ha reanudado las manifestaciones de campaña, a pesar de las advertencias de los expertos en salud de su propio grupo de trabajo de que los eventos podrían ser superpropagadores del virus.

En un evento el fin de semana pasado en Tulsa, Oklahoma, ocho miembros del personal avanzado de Trump dieron positivo al covid, y desde entonces los agentes que asistieron a la manifestación han estado en cuarentena que durará dos semanas. Los empleados de la campaña que asistieron a la concentración también están en cuarentena.

Hay riesgo de que hospitales se desborden

Por su parte, el Dr. Jonathan Reiner, profesor de medicina en la Universidad George Washington, mencionó que las cifras no reflejan la magnitud de los picos del virus.

“La pandemia está rugiendo en Texas, Arizona y Florida … Es un problema gigante”, dijo Reiner.

Agregó que partes de estados como Texas tendrán que cerrar, ya que existe el riesgo de que los hospitales se desborden.

“Eso sería lo responsable y espero que los líderes en esos estados tengan el valor político para hacerlo”, dijo. “Tiene que venir de los congresos locales y tenemos que tener el valor de cerrar los lugares donde el virus está fuera de control. No hay otra forma de hacerlo”.

El experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Vanderbilt, Dr. William Schaffner, manifestó estar muy preocupado de que el COVID-19 podría ser mucho peor en el otoño, cuando se espera la segunda ola de contagio.

“El virus nos va a pegar en todas partes, y los pequeños hospitales tendrán que hacerse cargo de los enfermos que no podrán ser transferidos a los centros médicos principales porque las unidade de cuidado intensivo de ahí estarán saturadas”.

Schaffner dijo que las pruebas se tienen que difundir más aún, con especial atención en las casas de ancianos, prisiones, negocios donde surjan brotes, trabajadores agrícolas y población de alto riesgo, para poder detectar el verdadero tamaño de la epidemia en EEUU.

“Se está dispersando mucho más ampliamente de lo que mostraban las estadísticas más pesimistas”, concluyó.

 

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