El político centrista Benny Gantz, uno de los tres miembros del Gabinete de Guerra de Israel, anunció su renuncia el domingo, criticando al primer ministro Benjamin Netanyahu por su mal manejo de la guerra y por anteponer su "supervivencia política" a las necesidades de seguridad del país. Gantz, un exjefe militar y figura popular, se unió al gobierno de Netanyahu tras un ataque de Hamás en un gesto de unidad nacional.

La renuncia de Gantz no supone una amenaza inmediata para Netanyahu, cuya coalición sigue manteniendo la mayoría en el parlamento. No obstante, la salida de Gantz aumenta la dependencia de Netanyahu de sus aliados de ultraderecha, que se oponen a la reciente propuesta de cese del fuego de Estados Unidos y desean continuar con la guerra.

Gantz expresó su decepción con la gestión de Netanyahu, afirmando:

“Desafortunadamente, Netanyahu nos impide lograr una verdadera victoria, que es la justificación para el doloroso precio que estamos pagando”. Además, Gantz instó a que se convocaran elecciones en unos meses y motivó al ministro de Defensa, Yoav Gallant, a también renunciar.

El contexto de su renuncia se enmarca en una situación bélica compleja. El domingo, Israel realizó una operación de rescate en Gaza, logrando liberar a cuatro rehenes israelíes. La operación, la más grande de su tipo desde que inició la guerra hace ocho meses, resultó en la muerte de al menos 274 palestinos, incluidos menores, lo que subraya el alto costo humano del conflicto.

Netanyahu, en un intento de mantener la unidad, pidió a Gantz que no abandonara el gobierno de emergencia en tiempos de guerra.

“Este es el momento para la unidad, no la división”, declaró Netanyahu. Sin embargo, la decisión de Gantz de renunciar parece ser en gran medida simbólica, reflejando su frustración con el liderazgo de Netanyahu.

La renuncia de Gantz refuerza la influencia de los miembros extremistas de derecha en el gobierno, liderados por Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich. Ben-Gvir, el domingo por la tarde, exigió un lugar en el Gabinete de Guerra, argumentando que las decisiones ideológicas peligrosas habían llevado al fracaso del conflicto.

La guerra, desencadenada por un ataque de Hamás el 7 de octubre, ha cobrado la vida de miles, con 36.700 palestinos muertos según el Ministerio de Salud de Gaza. La comunidad internacional, particularmente Estados Unidos, observa con preocupación los desarrollos, dado que Gantz era visto como una figura responsable dentro del gobierno israelí.

(Con información de AP)