EFE
RÍO DE JANEIRO, Brasil.- El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Coca-Cola anunciaron este lunes aquí una inversión de 16 millones de dólares en Brasil y en otros tres países de Latinoamérica para financiar un proyecto destinado a apoyar el emprendimiento de los habitantes de las barriadas pobres.

La inversión forma parte de los "compromisos de acción" acordados en desarrollo del primer encuentro en América Latina de la Iniciativa Global Clinton (CGI, por sus siglas en inglés), la entidad fundada por el expresidente estadounidense Bill Clinton para impulsar iniciativas de desarrollo sustentable en diferentes países.

El proyecto acordado, según explicaron en una rueda de prensa el presidente de Coca-Cola Brasil, Xiemar Zarazúa, y la representante del BID en el país, Daniela Carrera-Marquis, busca dar oportunidades de desarrollo para las mujeres y los jóvenes emprendedores de las favelas.

"Para ello trabajaremos con instituciones locales para ofrecer entrenamiento empresarial y capacitación profesional, así como acceso a los mercados", explicó Zarazúa.

La iniciativa comenzará en forma de piloto en las 12 ciudades brasileñas que serán sedes del Mundial 2014 y después se expandirá a otros tres países latinoamericanos, que no fueron concretados hoy.

Escaparate al mundo

El ejecutivo de Coca Cola dijo a Efe que las doce sedes del Mundial fueron escogidas como las primeras en beneficiarse del proyecto "por ser un escaparate al mundo".

Según la responsable del BID, el programa tiene tres ejes fundamentales: "integrar a los jóvenes de las favelas en la sociedad, establecer a las mujeres como agente económico no dependiente del hombre y fomentar el reciclaje y la preservación del medio ambiente.

El primer encuentro regional para América Latina de la CGI se extenderá hasta el martes y contará con la presencia de varios líderes políticos, empresariales y de la sociedad civil de la región convocados por Clinton.

El objetivo del encuentro es que Gobiernos, empresas, organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales, apoyados por los filántropos, bancos y fundaciones igualmente convocados por Clinton, se asocien en proyectos específicos que puedan solucionar algunos de los problemas de América Latina.