El gobierno del presidente Luis Arce, decidió reducir temporalmente la jornada laboral en las principales ciudades de Bolivia debido a los bloqueos de carreteras que, desde hace ocho días, sostienen simpatizantes del expresidente Evo Morales. 

Las protestas buscan impedir que Morales enfrente a la justicia en un caso de presunta trata y tráfico de personas.

Desde el lunes y hasta el miércoles, las autoridades han implementado un horario continuo sin pausa al mediodía, como medida para mitigar la falta de transporte público, afectado por el desabastecimiento de combustibles provocado por los bloqueos, informó el ministro de Trabajo, Erland Rodríguez.

Bloqueos en defensa de Evo Morales

Cientos de seguidores del exmandatario mantienen interrumpidas diversas rutas, principalmente en el centro del país, en rechazo a una posible detención de Morales. 

El expresidente, investigado por la fiscalía por una presunta relación con una menor de edad en 2016, asegura que no existen garantías para un proceso justo y acusa al gobierno de Arce de fabricar el caso con fines políticos, buscando marginarlo de las elecciones presidenciales de 2025.

Impacto en el abastecimiento de combustibles

El viceministro de Industrialización de Combustibles, Adam Hurtado, informó que mientras los bloqueos se intensifican, unos 570 camiones cisterna permanecen varados en las carreteras, lo que dificulta el suministro de gasolina y diésel.

Esto agrava una situación ya delicada, ya que el 90 por ciento de la distribución de carburantes en Bolivia depende del transporte por carretera.

El dirigente de transportistas Juan Yujra cuestionó la inacción del gobierno:

"¿Qué privilegios tiene el señor Morales? Está perjudicando al país y el gobierno no dice nada".

Problemas estructurales y malestar social

La escasez de combustibles no es un fenómeno reciente. De acuerdo con el diputado opositor Alejandro Reyes, la falta de dólares para importar carburantes subvencionados ha llevado al gobierno a aplicar un suministro selectivo.

“El gobierno aplica un abastecimiento selectivo porque ya no tiene dinero para importar. Estamos ante una crisis económica agravada por la crisis energética”, declaró.

Al malestar por la escasez se suma el encarecimiento del costo de vida. Este lunes, el sindicato de carniceros cerró varios mercados en protesta por el aumento del precio de la carne. 

Según el Instituto Nacional de Estadística, la inflación acumulada entre enero y septiembre de este año alcanzó el 5.53 por ciento, la más alta en una década. 

El gobierno atribuye esta situación a la caída en la producción de hidrocarburos, el aumento de las importaciones de combustibles y la inflación mundial.

Con información de AP