Playas de Río quitan barreras a la discapacidad

Debido a que las playas de Río de Janeiro no estaban adaptadas para personas con necesidades especiales, se creó la asociación Playa Para Todos.

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El proyecto está activo desde 2010 y atendió ya a más de 10 mil personas con discapacidades. (Notimex)
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Agencias
RÍO DE JANEIRO, Brasil.- Sede olímpica y paralímpica en 2016, Río de Janeiro es célebre por sus playas, atracción turística a la que hasta hace poco las personas con discapacidad apenas podían tener acceso por las barreras de movilidad que, gracias a la voluntad de algunos, se ven derribadas poco a poco.

Es domingo y la playa de Copacabana, acaso la más célebre de la ciudad y de todo Brasil, presentan un lleno total mientras el termómetro se eleva por encima de los 35 grados Celsius.

En el extremo oeste de la playa, sobre el paseo marítimo, Ricardo González, quien hace unos años perdió la movilidad a causa de un accidente, se resguarda del calor bajo una carpa de la asociación Praia Para Todos (Playa Para Todos, en su traducción al español), que él mismo fundó para atender las necesidades de la comunidad discapacitada.

“Yo era un gran amante de la playa antes del accidente. Me pasaba todo el día haciendo surf, bañándome... Cuando perdí la movilidad me di cuenta de que las playas de Río de Janeiro no están adaptadas para los discapacitados. Así nació Praia Para Todos”, explica, entrevistado por Notimex.

A pocos metros del paseo marítimo, ya sobre la arena, una fila de una decena de personas que van en silla de ruedas esperan a que los voluntarios de la asociación y sus fisioterapeutas los transporten hacia una experiencia que permanecerá en su memoria: volver a bañarse en las aguas del Atlántico.

Joao, inmóvil por una lesión de médula espinal, es uno de los 75 afortunados que este caluroso domingo es llevado en una silla de ruedas flotante hacia el agua por tres voluntarios.

Miles de atletas paralímpicos competirán en septiembre de 2016 en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro

Su padre, que graba toda la secuencia con su celular, no pierde detalle e inmortaliza la amplia sonrisa de su hijo cuando toma contacto con el agua fresca.

“Hace 15 años que no se bañaba en el mar. Debe ser una sensación formidable. Su madre y yo estamos ya mayores y no podemos cargar con él”, explica a esta agencia.

Ideado por el Instituto Novo Ser de Río de Janeiro, el proyecto está activo desde 2010 y atendió ya a más de 10 mil personas con discapacidades, que no sólo pueden experimentar la sensación de un baño en el agua marina, sino también el deporte en la playa (volibol y surf adaptados) todos los fines de semana hasta el mes de mayo.

“No es sólo una forma de permitir el acceso a los discapacitados, las acciones en la playa también nos permiten sensibilizar a la gente para que sean más conscientes de la diversidad”, agrega González, el fundador, que reconoce que aún queda mucho por hacer para que Río de Janeiro sea una ciudad totalmente adaptada a los atletas paralímpicos.

“Falta mucho por hacer por la movilidad en la ciudad. No sólo por los atletas paralímpicos o para la gente como nosotros que va en silla de ruedas. También para mejorar la de la gente anciana o incluso de las mujeres que llevan carritos de bebé”, sostiene.

Miles de atletas paralímpicos competirán en septiembre de 2016 en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro, y las autoridades prometieron que harán todo lo necesario para que la ciudad esté preparada para recibir a los visitantes de todo tipo.

En torno a 45.6 millones de brasileños declaran tener algún tipo de discapacidad, lo que supone el 24 por ciento del total de la población del gigante sudamericano, según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) correspondientes al censo de 2010.

Bajo el primer mandato de la presidenta reelecta Dilma Rousseff, el país lanzó en 2011 un ambicioso programa de integración denominado Vivir Sin Límite, aunque los retos siguen siendo enormes para la séptima mayor economía del planeta, donde las infraestructuras urbanas siguen siendo deficientes.

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