EFE
TEGUCIGALPA, Honduras.- Centroamérica pidió este miércoles apoyo a Estados Unidos y México para crear un plan regional que permita abordar de manera conjunta y frenar el creciente aumento de niños que emigran solos a EU debido a la pobreza y violencia causada por el crimen organizado y el narcotráfico.

"Hay que reconocer que nuestros países no pueden hacerlo solos, aislados, no es suficiente. Esto significa que no se lograrán contener con efectividad los flujos de salida de migrantes en el mediano plazo", dijo el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández.

El mandatario hondureño inauguró este miércoles en Tegucigalpa una conferencia internacional sobre la migración infantil a la que asistió el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, entre otros invitados.

Los países centroamericanos necesitamos "el apoyo de México y Estados Unidos en esta tarea de abordar la migración, porque este es un problema de todos", subrayó Hernández.

Agregó que "no podemos ignorar el drama de la migración de niños no acompañados, debemos tratar y abordar el tema, ya que la cantidad de menores que migran es impresionante".

Según Hernández, entre julio de 2013 y julio de 2014 el ingreso de niños y jóvenes centroamericanos sin compañía a EU se incrementó en un 1,600 %.

El gobernante hizo un "enérgico" llamamiento a Centroamérica, México y EU para que tomen en el corto plazo "las inevitables decisiones políticas necesarias para abordar y resolver estos problemas de inmediato".

Ello, indicó, debe hacerse "con efectividad, de forma pragmática y de manera conjunta, con un enfoque integral, con recursos suficientes y en el pleno reconocimiento de nuestra responsabilidad compartida para enfrentarlo y resolverlo".

Para resolver la migración es necesario "ir a la raíz del problema, con parches no vamos a solucionar nada", enfatizó Hernández.

Según el mandatario, también es necesario diseñar e implementar una "iniciativa regional" a partir de las experiencias del Plan Colombia (1999) y la Iniciativa Mérida (2007) con el fin de "erradicar la emergencia de seguridad planteada por la localización de las redes del crimen organizado, el narcotráfico y el lavado de activos".

Además, pidió a EU que fije una "política migratoria clara", así como un "programa vasto y de gran alcance de comunicación" para que no de lugar a desinformación entre los migrantes.

Hernández reconoció que la pobreza, la falta de oportunidades y la violencia son algunas de las razones por las cuales los niños deciden emigran ilegalmente a EU y demandó de este país "proteger y acoger debidamente a estos menores".

Además, exhortó a Centroamérica a "marcar una agenda ineludible" a corto y mediano plazo que permita "garantizar la paz y la seguridad, y así derrotar al crimen organizado".

El secretario de la OEA, por su parte, exhortó a Centroamérica a crear un "plan de acción regional" que permita enfrentar el problema de la migración de "manera integral".

También pidió que se "brinde las condiciones de protección que corresponden de acuerdo a su edad y con su género" a todos los menores centroamericanos que permanecen en albergues en Estados Unidos.

Insulza señaló que la crisis humanitaria es producto de "un incremento marcado del éxodo de niños no acompañados" que viajan a Estados Unidos, y señaló que el 40 % de los menores que emigran son niñas por la pobreza y la violencia que afectan a sus países de origen.

Insulza subrayó que, de acuerdo a un informe de la agencia de la ONU para los refugiados (Acnur), "sería probable que más del 50 % de estos niños califiquen como refugiados".

También instó a Centroamérica a trabajar de "manera conjunta" para abordar los factores que conllevan la migración forzada y, además, les pidió que asuman "su responsabilidad" de informar a sus ciudadanos de los peligros que representa la migración irregular.

Por su parte, la coordinadora residente de la ONU en Honduras, Consuelo Vidal, hizo un llamamiento a los países de origen, tránsito y destino de los migrantes para que "protejan con urgencia los derechos humanos de los niños migrantes, sobre todo su vida e integridad física".

Subrayó que existe la necesidad de establecer "mecanismos sólidos de protección para los niños y otros grupos afectados por la violencia e impunidad imperante en la región".

También se debe prevenir y responder al riesgo de la trata de personas "sensibilizando" tanto a los padres como a los niños acerca de los peligros de la migración irregular no planificada y de confiar en afirmaciones e información inexactas.