Agencias
PARIS, Francia.- Toneladas de "candados del amor" retirados del puente de las Artes y del puente del Arzobispado de París serán vendidos y los ingresos irán a favor de los campos de refugiados de la ciudad.

Según informa el sitio web Ansa Latina, en los últimos meses, hasta 65 toneladas de cerrojos se retiraron de esos lugares, donde los enamorados suelen "encadenar" simbólicamente su entrega a su par para siempre. Una docena de ellos se venderá en la primavera después de dos años de operación de limpieza ordenada por la alcaldía. 

Además, ya se han desmantelado las rejas de hierro y fueron reemplazarlas con paneles irrompibles y transparentes en los que no se pueden enganchar los llamados "candados del amor", una costumbre nacida en Roma. 

Todos los cerrojos eliminados "se venderá en una subasta", dijo el servicio de prensa del ayuntamiento de la capital. 

La venta se llevará a cabo en el Banco de Crédito Municipal de París, los lotes incluirán entre 5 y 10 candados, pero también rejas enteras, todo a precios "asequibles", se indicó. Lo obtenido en la subasta se "destinará a las actividades en favor de los refugiados", dijo Bruno Julliard, del departamento de Cultura de París. 

La polémica no es nueva y no sólo atañe a los puente de las Artes (pont des Arts, en francés) o del Arzobispado (Pont de l'Archeveché), sino también a otros históricos de la capital francesa.

Tras varios años de amenazas y polémicas, Anne Hidalgo, alcaldesa de París, tomó en mayo de 2015 la decisión "irrevocable" de prohibir los candados de amor en los puentes de París. En ese momento argumentó que el peso de los cerrojos amenazaba la frágil pasarela del Pont des Arts, por ejempo.

De la noche a la mañana, millares de candados de amor atados a la pasarela fueron cortados y destruidos. A juicio de la alcaldía, la acumulación de millares de mensajes de amor, atados con candados a la pasarela de un puente eran una amenaza.

Incluso, la alcaldía de la capital "cerró" con un malla metálica la pasarela del Pont des Arts, pero nueve meses después, los "candados de amor" reaparecieron en otro lugar célebre, la plazoleta que se encuentra a mitad del Pont Neuf, un puente construido a finales del siglo XVI, declarado monumento histórico-nacional en 1889 e inscrito en el patrimonio mundial de la UNESCO en 1991.

Tiempo atrás también se desató una "guerra" entre los vendedores de candados, que ofrecían a los turistas cerrojos a 10 y 20 euros, y la policía comunal que los persiguió sin éxito.

Ahora, la alcaldía de París "corta por lo sano", ya no hay rejas donde engancharlos. Los enamorados se han quedado sin la posibilidad de "inmortalizar" su amor al menos en París.