Captan nueva señal en área de búsqueda del avión malasio
El jefe del Centro de Coordinación de Agencias Conjuntas indicó que las señales tiene el potencial de pertenecer a un objeto fabricado por el hombre.
EFE
SÍDNEY, Australia.- Un avión captó hoy una señal acústica en la zona del Índico seleccionada para buscar el Boeing de Malaysia Airlines desaparecido hace un mes, un área de 57 mil 923 kilómetros cuadrados, algo más que la superficie de Costa Rica.
"La señal acústica tiene que ser analizada, pero tiene el potencial de pertenecer a un objeto fabricado por el hombre", señaló el jefe del Centro de Coordinación de Agencias Conjuntas, Angus Houston, en un comunicado.
El australiano Houston, un militar retirado, indicó que proporcionarán más información cuando esté disponible.
Un avión AP-3C Orion de la Fuerza Aérea australiana captó la señal esta tarde en la zona donde busca el buque Ocean Shield, que lleva a bordo un localizador de cajas negras y un sumergible de control remoto.
Aviones P-3 Orion australianos dedicaron la jornada del miércoles a lanzar boyas provistas de sensores adaptados para captar la frecuencia de 37.5 kilohercios, en la que emiten las cajas negras, que descendía a mil pies bajo el mar.
La operación permitía ampliar el radio de captación de sonidos del Ocean Shield sin tener que utilizar más buques o submarinos cuya sola presencia iba a causar un ruido perjudicial para la operación actual de localizar la señal de las cajas negras.
Esta mañana salieron a buscar diez aviones militares y cuatro civiles, además de 13 barcos en una jornada marcada por vientos moderados, lluvias aisladas y una visibilidad de cinco mil metros.
A más de un mes de la desaparición de la aeronave que llevaba 239 personas a bordo, el operativo liderado por Australia centra su atención en el fondo marino a unos dos mil 280 kilómetros al noroeste de la ciudad australiana de Perth.
Ante el temor de que se agoten las baterías de las cajas negras, que podrían durar hasta 45 días, el Ocean Shield intenta detectar en la zona norte del área designada para la búsqueda de señales similares a las que captó el martes y el sábado pasados.
El Ocean Shield detectó el martes dos señales consistentes con los registros de vuelo, de 5 minutos y 32 segundos y de 7 minutos, respectivamente.
El sábado pasado captó otras dos, de 2 horas y 20 minutos y otra de 13 minutos, pero esta información no es suficiente para poder desplegar el sumergible Bluefin-21 con el fin de dar paso al lento y meticuloso rastreo en el lecho marino a unos 4.500 metros de profundidad.
A unos 600 kilómetros al sur del área donde opera el Ocean Shield, rastrean el buque chino Haixun 01 y el navío británico Echo.
El Centro de Coordinación informó de que diversos aviones y barcos avistaron ayer una gran cantidad de objetos en la zona de búsqueda, pero solamente un reducido número de ellos pudieron ser recuperados.
Hasta el momento, ninguno de los objetos recuperados en las últimas semanas se han podido vincular al Boeing 777 desaparecido frente a las costas noroccidentales de Australia, según los últimos análisis de los datos del satélite.
Expertos del JACC explican que los restos del avión probablemente no puedan ser hallados porque se hundió en una sola pieza en el fondo oceánico o puede que sus restos hayan sido diseminados por el ciclón Gillian, que arrasó la zona poco después de que se comenzara la misión frente a las costas australianas, según el portal de noticias "Perth Now".
El lecho marino en la zona de búsqueda es una masa de limo o lodo grueso que puede haber ocultado el avión debido a las corrientes y dificultar el envío de señales de las cajas negras.
Mientras se esperan novedades sobre uno de los mayores misterios de la aviación comercial, las autoridades australianas se centran en los preparativos en Perth para recibir a los familiares de las víctimas de este fatídico vuelo.
El avión del vuelo MH370 despegó de Kuala Lumpur con 239 personas a bordo rumbo a Pekín en la madrugada del 8 de marzo y desapareció de los radares civiles de Malasia unos 40 minutos después de despegar, y desde entonces no se ha encontrado resto alguno.
Iban a bordo 153 chinos, 50 malasios, siete indonesios, seis australianos, cinco indios, cuatro franceses, tres estadounidenses, dos neozelandeses, dos ucranianos, dos canadienses, un ruso, un holandés, un taiwanés y dos iraníes que utilizaron los pasaportes robados a un italiano y un austríaco.
La Policía malasia dijo la semana pasada que no considera a los 227 pasajeros posibles secuestradores o causantes del accidente, pero la tripulación de nacionalidad malasia sigue bajo sospecha y también contemplan un posible fallo técnico.