Esta es la colección de joyas de la Reina Isabel. ¡Conócelas!
Te presentamos las piezas más importantes que por años han estado ligadas a la familia real.
Londres.- Te contamos la historia de las joyas de la realeza británica. Conoce las piezas más importantes que por años han estado ligadas a la familia real.
Seguramente, al ver la nueva temporada de The Crown en Netflix, te han impresionado las piezas de joyería que pertenecen a la familia real británica. Son diseños exclusivos y con gran destreza artesanal que ostentan la importancia del reino.
Aquí encontrarás la historia y datos curiosos de los accesorios más deslumbrantes de la colección.
Broche del Príncipe Alberto
Así se conoce al broche de zafiro rodeado por doce diamantes de gran tamaño. La historia de la pieza se remonta a la reina Victoria; esta joya fue testigo de su gran romance pues el príncipe Alberto lo mandó a hacer en 1840 para su entonces prometida, quien lo usó el día de su boda.
Se dice que esta joya es el origen de la tradición en la que las novias deben llevar algo azul el día que contraen nupcias, tal como la reina Victoria.
The king George VI Victorian Suite
Este conjunto de maravillosos zafiros fue obsequiado a la Reina por su padre el rey Jorge VI como regalo de boda en 1947 y se cree que las joyas datan de 1850.
La tiara no siempre fue una corona, sino que originalmente se trataba de una gargantilla.
La dueña original era la princesa Luisa María de Bélgica, quien las recibió como regalo de su padre Leopoldo II. Tiempo después huyó con su amante y, por ello, fue desheredada. Tras quedar en quiebra, vendió la gargantilla, las cuales fueron compradas por la familia real británica.
Cullinan V
El accesorio favorito de la reina es un broche elegante, este en forma de corazón tiene un origen interesante pues, además de estar compuesta por varios diamantes, el central pesa 18.8 quilates y fue parte del diamante más grande del mundo.
La piedra fue encontrada en una mina sudafricana y en bruto pesaba 3 mil quilates. Fue dividida en 105 diamantes más por órdenes de Eduardo VII de Inglaterra. Las piedras obtenidas fueron bautizadas según su peso de mayor a menor: Cullinan I, Cullinan II, etc.
Tiara Vladimir
Perteneció a la última Romanov que escapó de Rusia, la duquesa Vladimir esposa del tío del zar. Un comerciante británico de antigüedades la extrajo después del asesinato del zar Nicolás II y luego fue comprada por la reina Mary.
Mary de Treck la reparó con ayuda de Garrard y se añadieron 15 esmeraldas y un mecanismo para cambiar fácilmente de esmeraldas a perlas. En 1988, la reina Isabel II modernizó el marco.
Collar de coronación
La reina Victoria mandó a hacer este magnífico collar en 1858 y fue hecha de joyas de la colección real que no se usaban. Además, cuenta con uno de los diamantes más importantes del mundo, el Lahore de 22.48 quilates. Fue tomado del collar de Rubí Timur y todas las mujeres monarcas lo han utilizado durante las coronaciones.
Tiara de las Chicas de Irlanda y Gran Bretaña
Esta pieza fue un regalo de bodas para la reina Mary por parte de las Chicas de Irlanda y Gran Bretaña, un comité de mujeres dirigido por Lady Eva Greville, quien recaudó dinero para su creación.
Fue comprada a Garrard con diseño festoneado y flor de lis de diamantes engastados en plata y oro. En la versión original de 1893 estaba coronada por nueve grandes perlas orientales e incluye un marco para convertir la tiara en corona.
Collar Dagmar
La joya central de este collar es una espectacular cruz con esmalte de oro que contiene un fragmento de la cruz original, la cual fue enterrada junto a la esposa del Rey de Dinamarca.
Está formado por 118 perlas y 2 mil diamantes. La Reina lo utilizó, en 1958 durante la visita de Theodor Heuss, el presidente de Alemania.
Broche True Lover’s Knot
La Reina heredó el broche de su abuela, la reina Mary, quien a su vez lo había adquirido en Garrard en 1912. Isabel decidió llevar la deslumbrante pieza cuajada de diamantes y en forma de lazo con los bordes festoneados en recurrentes ocasiones emotivas como bodas.
Tiara Burmese Ruby
Es la única tiara de la colección que posee rubíes. También es la más moderna pues data de 1973. Garrard fue el encargado de la elaboración y se realizó de piezas sueltas que habían sido regalos de bodas: diamantes del Nizam de Hyderabad, una tiara floral de Cartier obsequiada por un monarca indio; y 96 rubíes del pueblo de Birmania que según aquella cultura ayudan a proteger al portador de las 96 enfermedades que pueden afectar al cuerpo humano.
Tiara de aguamarinas brasileñas
En 1953, el presidente de Brasil obsequió a la reina un espectacular juego de aguamarinas cuadradas formado por un collar y pendientes con motivo de su coronación.
Con el tiempo, también le fueron regalados una pulsera y broche con el mismo diseño. En 1957, la reina encargó la tiara para completar la colección. El set se ha convertido en unas de sus joyas favoritas.