EFE
BEIJING, China.- Nueve personas fueron condenadas a muerte y 81 a diferentes penas de prisión por participar en actos terroristas en la conflictiva región noroccidental china de Xinjiang, informaron hoy medios oficiales chinos.

Los condenados están acusados de diversos delitos, desde pertenencia a banda armada a asesinato o incendio provocado, destacó la cadena nacional de televisión china CCTV.

Los juicios tuvieron lugar en tribunales de seis ciudades de Xinjiang, y, además de los nueve condenados a muerte, otros tres recibieron una sentencia de muerte suspendida, que en la práctica equivale a cadena perpetua, publica la agencia oficial Xinhua.

De las 90 personas, 68 cometieron crímenes relacionados con organizar, liderar o participar en organizaciones terroristas, homicidios y elaboración, almacenamiento o transporte de explosivos, añade.

Otras 10, continúa el medio oficial, fueron condenadas por realizar y difundir vídeos o cintas de audio sobre terrorismo, incitar al odio étnico y la discriminación o enseñar métodos criminales.

Xinjiang, habitada por etnias musulmanas ligadas a los pueblos del Asia Central, ha sufrido en los últimos meses una escalada de enfrentamientos entre autoridades y grupos separatistas, así como atentados como el que el pasado 22 de mayo causó 39 muertos en un mercado al aire libre de Urumqi, la capital regional.

Las sentencias se anuncian el mismo día en el que medios oficiales de Xinjiang informaron de la detención de otros 29 sospechosos de estar involucrados en movimientos separatistas en la región.

Beijing afirma que esos movimientos están en algunos casos ligados a la organización terrorista internacional Al Qaeda, y que están extendiendo el yihadismo en la región, muy estratégica para Beijing por sus ricos recursos energéticos y su vecindad con las repúblicas soviéticas de Asia Central, con ricas reservas de gas natural.

Más de 400 personas han muerto desde 2009 en enfrentamientos armados entre las autoridades y grupos separatistas en Xinjiang.

Beijing teme que la violencia se extienda a otras zonas del país, después de ataques como el que causó 33 muertos en una estación de Kunming (sur), también atribuido a organizaciones que operan en Xinjiang.

Grupos en exilio de la etnia uigur (una de las principales en Xinjiang) acusan a Beijing de usar el terrorismo como excusa para aumentar la represión religiosa y política de su pueblo, y argumentan que la verdadera causa de la violencia está en la discriminación laboral y económica de minorías como la suya.