Agencias
AMMAN, Jordania.- El presidente de Siria, Bashar Al-Assad, condenó la asistencia de Estados Unidos y Gran Bretaña a los rebeldes y fijó severas condiciones para sostener un diálogo con sus oponentes mientras la lucha proseguía en todo el país.

En el campo de batalla, los rebeldes lograron avances importantes en la disputada zona norte de Siria, donde capturaron un complejo de la academia de policía al oeste de Alepo e irrumpieron en la prisión central en la ciudad de Raqqa así como en un puesto fronterizo en la zona limítrofe de Siria con Irak, dijeron activistas.

El presidente adoptó una posición severa contra sus oponentes en una entrevista con el periódico Sunday Times de Londres, en un retroceso respecto de la flexibilidad previa hacia las conversaciones que dejaba entrever en sus declaraciones, según cita AP.

Assad dijo que está dispuesto a un diálogo con los rebeldes armados y los grupos extremistas, pero sólo si deponen las armas. En fecha reciente, el ministro del exterior de Assad había propuesto la realización de un diálogo, pero quedó en suspenso el tema de la entrega de las armas. El régimen de Assad a menudo se refiere a los rebeldes como "terroristas".

"Estamos dispuestos a negociar con todos, incluidos los extremistas que depongan las armas. No haremos tratos con terroristas decididos a portar armas, aterrorizar al pueblo, matar civiles, atacar lugares públicos o empresas privadas y destruir al país", manifestó Assad. "Nosotros luchamos contra el terrorismo", agregó.

La mayoría de los grupos de la oposición han rechazado las conversaciones con el régimen de Assad y algunos ponen la renuncia de éste como condición para el inicio del diálogo.

Assad ha dicho que jamás dimitirá ni se irá al exilio. "Ningún patriota piensa en vivir fuera de su país. Soy como cualquier otro patriota sirio", afirmó.

La entrevista se efectuó la semana pasada en Damasco y fue difundida el domingo, al paralelo de la primera gira al exterior del secretario norteamericano de Estado, John Kerry.

Kerry se reunió el jueves con rebeldes sirios en Italia. Anunció una asistencia no letal para la insurgencia por 60 millones de dólares.

Assad dijo que "ha sido muy letal la ayuda financiera, en inteligencia y comunicaciones que se ha proveído a los rebeldes".