Conoce a la ‘secta’ que no se baña para “salvar al mundo”

Sus seguidores afirman que hay una obsesión mundial con la higiene corporal.

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El "botiquín", para este grupo, es esquivar la ducha y que las bacterias se encarguen de todo. (Pxhere)
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Agencias
LOS ÁNGELES, Estados Unidos.- David Whitlock no se ha bañado en 15 años, y a pesar de ello su cuerpo no emana mal olor.

De acuerdo con información de The Guardian, Whitlock pertenece a una extraño nuevo movimiento, bastante extendido en Estados Unidos, cuyos adeptos, además de velar por el medioambiente —se mantienen al margen de la industria de la cosmética y de los productos de higiene corporal—, buscan proteger el microbioma humano: legión de microbios "amistosos" que viven en la piel y crean una barrera contra las enfermedades comunes.

El "botiquín", para este grupo, es esquivar la ducha y que las bacterias se encarguen de todo.

David Whitlock afirma que además de tener una "piel balanceada" y "ni una gripe"; no tiene olor en el cuerpo. "Durante los primeros meses fue algo raro, pero después dejé de extrañar bañarme”, detalló.

"Si tenía sucia una parte específica de mi cuerpo, me lavaba esa parte específica”. Pero nunca con jabón. Habla como un soap-dodger o antijabón, pero también como químico y empresario. Fundó AOBiome, la empresa que "llevó la bacteria al mercado".

Whitlock se preguntó por qué los animales, como uno de sus caballos, se "revuelcan en su propia mugre". Y empezó a hacer experimentos hasta llegar a la Ammonia-Oxiding Bacteria, que ahora vende al mundo en formato de spray desde la sede de la compañía, en Cambridge, Massachusetts.

Explica que así como lo hace con los gérmenes, el jabón elimina los aceites protectores de la piel y altera su PH. "Por eso deberíamos frenar la obsesión con la higiene corporal", sentencia.

Además de ahorrar los 15 minutos de agua que en promedio un adulto demora en bañarse, la motivación del movimiento por escaparle al jabón es “llamar” a una flota de bacterias y organismos saludables para que vivan en sus cuerpos en simbiótica armonía.

"Estas bacterias están dispuestas a darse un festín con el amoníaco de mi transpiración y eso hace que mi microbioma esté balanceado", detalló.

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