Este domingo, Corea del Norte emitió una advertencia contundente al declarar que ha preparado a sus unidades militares de primera línea para lanzar ataques inmediatos contra Corea del Sur, en respuesta a la supuesta incursión de drones surcoreanos sobre Pyongyang, la capital norcoreana.

Según el comunicado oficial, el ejército norcoreano recibió la orden de estar "totalmente preparados para abrir fuego" en caso de una nueva violación de su espacio aéreo.

De por sí atraviesan una situación crítica desde la ruptura de las conversaciones diplomáticas en 2019 sobre el programa nuclear norcoreano. Según medios estatales del Norte, el Ministerio de Defensa norcoreano ha movilizado su artillería y otras unidades militares cerca de la frontera para responder de manera fulminante ante cualquier nueva incursión.

Corea del Sur, por su parte, no ha confirmado el uso de drones, pero ha advertido que tomará medidas severas si la seguridad de sus ciudadanos se ve amenazada. El gobierno surcoreano ha negado las acusaciones de su contraparte norcoreana, aunque ha admitido que las tensiones entre ambos países siguen escalando.

Además de la advertencia militar, Corea del Norte amenazó con convertir todo el territorio surcoreano en "un montón de cenizas" en caso de futuros incidentes. A pesar de la retórica agresiva, analistas internacionales consideran que un ataque militar completo por parte de Pyongyang es improbable, dada la superioridad de las fuerzas combinadas de Estados Unidos y Corea del Sur.

Este aumento en la hostilidad también parece estar relacionado con las próximas elecciones en Estados Unidos, donde Corea del Norte podría estar buscando aumentar su influencia en futuras negociaciones diplomáticas con la potencia norteamericana.

Las relaciones entre las dos Coreas siguen siendo tensas, con intercambios de globos propagandísticos y el uso de bocinas fronterizas por parte del Sur para difundir mensajes y canciones de K-pop hacia el Norte.

(Con información de AP)