El gobierno cubano anunció una serie de reformas destinadas a facilitar la importación de automóviles y ciclomotores, así como a reducir los elevados costos asociados a estas operaciones. Estas disposiciones, que entrarán en vigor el 1 de enero, buscan modernizar el parque vehicular de la isla y aliviar la severa crisis que afecta al transporte público.

Eduardo Rodríguez, ministro de Transporte, explicó que las nuevas normas reducirán significativamente los impuestos y aranceles aplicados tanto a personas naturales como a empresas.

“Si tomamos un ejemplo, para todos los que quieren comprender bien cuánto les va a costar un vehículo en divisas (dólares) en el futuro en Cuba, pues tenemos que si tomamos uno que tenga un valor proveedor de 10.000 dólares, el precio de venta al comprador será unos 15.900 dólares. Ese mismo vehículo con las reglas actuales de formación de precio costaría más de 50.000 dólares”,

señaló Rodríguez, según el portal Cubadebate.

Entre las medidas destacadas se incluye la autorización para importar ciclomotores de combustión o híbridos con hasta 10 años de uso, así como triciclos de carga, que han ganado popularidad como alternativa para taxis. Además, se ampliarán los permisos para profesionales cubanos que retornan de misiones internacionales, como médicos y técnicos, quienes podrán adquirir vehículos con exoneración de impuestos.

El parque vehicular cubano, conocido por su amplia presencia de automóviles de los años 50 y 60, enfrenta retos significativos debido al deterioro del transporte público. Según el propio ministro, el país transporta menos del 50% de los pasajeros que movilizaba hace cinco años. Esta situación responde a problemas como la falta de piezas de repuesto, desinversión y escasez de combustible.

Pese a las mejoras proyectadas, Rodríguez reconoció que los precios seguirán siendo inaccesibles para gran parte de la población, cuyo salario promedio en el sector estatal equivale a unos 20 dólares mensuales según el cambio informal. Sin embargo, algunos cubanos, gracias a las remesas familiares o ingresos provenientes de pequeñas empresas privadas, podrían beneficiarse de estas reformas.

Además de los cambios en los costos, las regulaciones flexibilizarán la transmisión de propiedad de vehículos, aunque mantendrán restricciones para las empresas estatales. Las autoridades también incentivarán la importación de automóviles eléctricos mediante estímulos fiscales.

Estas reformas representan un paso hacia la modernización del transporte en Cuba, un sector que ha sufrido graves afectaciones debido a la prolongada crisis económica de la isla.

(Con información de The Associated Press)