Cumple Nicolás Maduro 100 días de polémica

Enemistado con Colombia, involucrado en el caso Snowden, el venezolano tiene que hacerle frente a la actualización del socialismo.

|
En los primeros 100 días Nicolás Maduro ha tenido tensiones con E.E.U.U., España y Colombia. (Agencias)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Agencias.
CARACAS, Venezuela.- Mañana cumple 100 días de gobierno el presidente venezolano Nicolás Maduro, con un Ejecutivo estable tras la tensión postelectoral de abril, pero inmerso en un sinfín de batallas en el terreno económico.

El pasado 15 de julio Maduro contrajo nupcias con su compañera Cilia Flores. Ha sido uno de los pocos momentos de distensión que ha tenido desde que ganó por estrecho margen al opositor Henrique Capriles en las eleciones del 14 de abril, las cuales todavía disputa.

Maduro ha vivido en los últimos 100 días una crisis política postelectoral, ha amenazado con la cárcel a sectores de la oposición y gobernadores acusándoles de golpismo y ha denunciado varios intentos de magnicidio.

Como señala la agencia EFE en este recuento de sus primeros días de gobierno, Maduro ha visto cómo la inflación se dispara, la economía se ralentiza, el dólar en el mercado ilegal paralelo se desborda y se agudiza el desabastecimiento de productos de consumo masivo con la desaparición incluso del papel higiénico de los anaqueles de los supermercados venezolanos.

En estos tres meses se ha enfadado y reconciliado con el presidente colombiano Juan Manuel Santos; comenzó un diálogo con Estados Unidos que terminó un mes y medio después; ha hecho del Gobierno español objeto continuo de críticas, con una llamada a consultas a su embajador en Madrid incluida, y abrió y cerró en 24 horas un litigio diplomático con Perú.

Además, se metió en el centro de la polémica por el caso del exagente de la CIA Edward Snowden, ofreciéndole un asilo político que nunca se produjo.

De manera habitual ha hecho Maduro del discurso polarizado y agresivo, secuela del tono de Chávez, una herramienta cotidiana, pero también ha abierto un diálogo con sectores empresariales y reconocido problemas económicos en el país.

"Ha habido una mezcla un poco rara de radicalización política con intento de moderación económica que no se ha consolidado", opina el presidente de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León.

El gobierno de Maduro inició en medio de las protestas, tras las elecciones, en las que hubo una decena de muertos y heridos

"El gobierno nace con una crisis de legitimidad en virtud de la estrecha diferencia de la votación (...) al cabo de tres meses la situación actual sugiere que el Gobierno estaría ganando la batalla por la legitimación", explica el politólogo John Magdaleno, del Instituto de Estudios Superiores de la Administración (IESA).

Pero aún no cesan las acusaciones y el tono duro contra la oposición alimenta un discurso polarizado que se sigue presentando como un instrumento de cohesión para los simpatizantes del chavismo, sobre todo entre quienes defienden un modelo socialista más radical.

Paralelamente se están negociando algunas soluciones para el desabastecimiento con sectores empresariales a los que el chavismo siempre ha visto con recelo.

Al respecto comenta Magdaleno que "Maduro parece estar obligado a ser un líder más transaccional que Chávez, Chávez tenía una enorme capacidad de influencia (...) y por tanto estas señales contradictorias quizá sean el resultado de las circunstancias en que le tocan tomar decisiones".

"El Gobierno (de Maduro) ha reconocido infinitamente mejor los problemas económicos del país que el gobierno de Chávez", indicó León.

Pero "así como en la radicalización hay más discurso que acción, en la moderación económica ocurre lo mismo: el gobierno reconoce, anuncia, negocia, pero no actúa", enfatiza el presidente de Datanálisis.

Desde que subió al poder Maduro se mostró muy sensible a los comentarios que se realizaron en el ámbito internacional, lo que le llevó a tener enemistad y momentos de tensión con varios países, incluidos España y Estados Unidos.

Las acusaciones más duras fueron para el Presidente de Colombia con quien Capriles sostuvo una entrevista tras los comicios. Este hecho propició que Maduro lanzara una andanada de improperios que puso las relaciones diplomáticas en el límite de tolerancia, y de cierta manera mostró a otros gobernantes del Cono Sur americano lo que podrían esperar si recibían al líder opositor.

Nícmer Evans,  profesor de la Universidad Central de Venezuela, destacó las "banderas retadoras" que ha asumido Maduro en su batalla contra la corrupción y la inseguridad, es algo que "genera demandas mayores" y expectativas de resultados de la población.

Evans considera que el "gran reto" para Maduro es ver cómo encuentra soluciones en ámbitos como el económico con acciones que tienen que ser distintas a las del modelo de Chávez, por cuanto no son las mismas circunstancias, pero sin alejarse de la esencia del chavismo.

En ese sentido, indicó que el modelo no ha cambiado "todavía", dijo, "pero va a llegar el momento en que esto pase (...) porque los tiempos de Chávez son distintos a los tiempos de Nicolás Maduro". 

Lo más leído

skeleton





skeleton