Desastre por inundaciones en Colorado

Días de lluvias e inundaciones convirtieron las comunidades montañosas de las Rocosas de un paraíso a un lodazal.

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Lugareños refuerzan una presa en la localidad de University Hill en Boulder, Colorado. (Agencias)
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Agencias
LYONS, Colorado.- Los vehículos que suelen congestionar la avenida principal en Lyons en dirección al Parque Nacional de las Montañas Rocosas han sido reemplazados por camiones militares de abastecimiento. Los propietarios de tiendas en Estes Park retiraron sus mercancías por temor a una nueva crecida del río Big Thompson. Un letrero de madera alentaba a los habitantes que limpiaban sus viviendas a que permanezcan ahí.

Días de lluvias e inundaciones convirtieron las comunidades montañosas de las Rocosas de un paraíso en una zona de desastre con pocos suministros o servicios y más aguaceros el domingo, informa AP.

La serie de comunidades que se extienden desde Boulder a Estes Park, la entrada al Parque Nacional de las Montañas Rocosas, son un sitio de reunión de excursionistas y amantes de la naturaleza.

Ahora los caminos están intransitables, los puentes escénicos destruidos, el lugar donde se lleva a cabo el festival bluegrass ha sido arrasado y la mayoría de las tiendas lucen cerradas.

Chris Rodes, uno de los habitantes más nuevos en Lyons, dijo que el cambio es tan drástico que considera mudarse a pesar de que hace sólo dos semanas se instaló en esta localidad.

"No es lo mismo", dijo Rodes. "Todos estos lugares hermosos ahora sólo son lodo café".

El administrador del poblado de Estes Park, Frank Lancaster, recomendó a los visitantes que normalmente llegan en grandes números en septiembre a que aguarden al menos un mes, aunque la reparación de muchos caminos en las montañas podría tardar un año o más.

En tanto, numerosas personas continuaban aisladas, la aldea cercana de Glen Haven quedó "destruida" y la lluvia continua amenaza con generar una nueva ronda de inundaciones, dijo.

"Todos estamos cruzando los dedos y rezando (para que no ocurra nada)", apuntó.

Los habitantes que se quedaron o que comenzaban a regresar -si es que las autoridades se los permitían- procuraban cuidarse unos a otros. Los restauranteros y tenderos en Lyons distribuían alimentos a sus vecinos mientras otros llegaban en grupos con diversos suministros.

Scott Martin, de 25 años, condujo media hora el sábado desde Boulder para entregar agua potable y gasolina a los padres de un amigo. Huyó de Lyons el miércoles por la noche en medio de un aguacero torrencial después de que el riachuelo que pasa por el pueblo le inundara el sótano.

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