Agencias
MIAMI, Florida.- A 45 años del asesinato de Martin Luther King Jr., la policía dio a conocer un video inédito, en el que se ve el momento en el que los agentes le leen sus derechos al hombre que mató al líder negro de los derechos civiles, antes de ser extraditado de Londres a Estados Unidos, según publica el sitio web ansa.it.

Registrado en julio de 1968, apenas tres meses después del asesinato de Luther King en Memphis, en la cinta se ven a dos policías revisando a James Earl Ray, y leyéndoles sus derechos.

"Número uno, usted tiene derecho a permanecer en silencio. Número dos, cualquier cosa que diga puede ser usado en su contra en una corte de justicia. Número tres, tiene derecho a tener un abogado", le lee un agente policial a Ray.

En otro momento del video, se observa cuando la policía desnuda al asesino, mientras lo revisa un médico. Otra de las imágenes que se ven, es cuando la policía le coloca un chaleco antibalas, para asegurarse de que, a diferencia de Lee Harvey Oswald (el asesino de John F. Kennedy), no fuera asesinado antes del juicio.

El video, que se dio a conocer en las últimas horas, y que fue grabado hace 45 años, fue descubierto por la policía de Tennessee hace dos años. El material, grabado en Londres, estaba en la Oficina de Archivos del registro del Condado de Shelby, en Memphis.

Fuentes policiales dijeron que los investigadores de la época filmaron la extradición de Ray, para evitar que en el momento del proceso los abogados de la defensa pudieran acusar a la policía de haber conducido mal las investigaciones.

El 4 de abril de 1968, King estaba en el balcón del Lorraine Motel de Memphis, cuando fue asesinado de un disparo por James Earl Ray, un segregacionista. Luther King tenía 39 años.

Había ganado el Premio Nobel de la Paz en 1964, tras años de apoyar la no violencia, la hermandad racial y la igualdad de los derechos civiles.

James Earl Ray fue arrestado en Londres el 8 de junio de 1968, y se declaró culpable en Memphis, el 10 de marzo de 1969. Fue condenado a 99 años de prisión, acusado de asesinato. Sus huellas dactilares en el arma que mató a Luther King fueron evidencias suficientes para dictaminar su culpabilidad.