¿Peligra Julian Assange? Le quitan seguridad
Ordenan detener operativo especial de protección al fundador de WikiLeaks.
Agencia
QUITO, Ecuador.- El presidente de Ecuador, Lenin Moreno, ha ordenado la retirada del dispositivo especial de seguridad de Julian Assange en su embajada en Londres.
La orden llega días después de que una investigación conjunta de The Guardian y Focus Ecuador, revelara la existencia de una operación secreta -con un coste de más de 4 millones de euros, para proteger al fundador de WikiLeaks desde que se encerró en la sede diplomática ecuatoriana en junio del 2012 y para evitar su extradición a Suecia, donde era reclamado por supuesta violación y abusos sexuales.
La así llamada "Operación Hotel" (que primero se llamó "Operación Huésped") fue aprobada por el entonces presidente Rafael Correa, que la calificó como "modesta y rutinaria", en comparación con el dispositivo de las autoridades británicas para evitar su fuga (estimado en más de 13 millones de euros en los primeros 40 meses).
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Por orden de Lenin Moreno, que considera a Assange como "una piedra en el zapato", la seguridad en la embajada ecuatoriana en el barrio de Knightsbridge será a partir de ahora similar a las de otras sedes diplomáticas. El pasado mes de marzo, tras su injerencia en el caso Skripal y en la crisis catalana, el Gobierno ecuatoriano decidió interrumpir el acceso de Assange a internet.
La "Operación Hotel", con facturas de hasta 66.000 dólares mensuales (según documentos de la agencia de inteligencia ecuatoriana), incluyó el despliegue de cámaras de vigilancia especiales, la contratación de agentes secretos y un dispositivo de "inteligencia" y "contrainteligencia" para proteger al ilustre huésped, incluidos planes para facilitar su huida.
Tan solo el primer año, la "Operación Hotel" gastó más de un millón de euros y fue mantenida en secreto al propio embajador, Juan Falconí Puig, que no tuvo conocimiento de su existencia hasta tres años más tarde. El entonces ministro de Exteriores, Ricardo Patiño, le puso al corriente durante una teleconferencia en el 2015.
Los documentos revelados por The Guardian y Focus muestran también cómo se ha ido deteriorando la relación entre Assange y sus anfitriones ecuatorianos, y cómo la solidaridad inicial fue dejando paso al recelo mutuo. En el 2014, la compañía contratada para grabar a los visitantes de Assange fue acusada de espiar al personal de la embajada. El empeño del fundador de WikiLeaks de tener acceso a internet vía satélite pudo también facilitarle el acceso para interceptar las comunicaciones internas.