El Vaticano expondrá los huesos de San Pedro

Los restos óseos encontrados en las excavaciones bajo el altar de la Basílica vaticana serán mostrados por primera vez al mundo.

|
La tradición católica ubica a Pedro como el fundador de la Iglesia. En la imagen, el papa Benedicto XVI visita el sepulcro del santo. (EFE/Archivo)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Agencias
CIUDAD DEL VATICANO.- En las celebraciones con las que concluirá el Año de la Fe, el próximo 24 de noviembre, 'un último signo culminante consistirá en la exposición, por primera vez, de las reliquias que la tradición reconoce como las del apóstol que aquí dio su vida por el Señor'. 

Con estas palabras, el arzobispo Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, anunció un evento que no se había manifestado nunca y que marca el reconocimiento de los restos que se atribuyen al pescador de Cafarnaúm martirizado en Roma, según la tradición, en el año 67 de la era cristiana, según publica el sitio Vatican Insider.

Los restos fueron hallados envueltos en restos de un paño púrpura decorado con hilos dorados

Fue el 26 de junio de 1968 cuando el Papa Pablo VI, durante la audiencia general, anunció el hallazgo de los huesos de San Pedro: 'Nuevas investigaciones pacientísimas y rigurosísimas se llevaron a cabo posteriormente con resultados que nosotros, animados por el juicio de autorizadas y prudentes personas competentes, creemos positivos: También las reliquias de San Pedro han sido identificadas de forma que podemos considerar convincente'. 

Las excavaciones bajo la Basílica vaticana comenzaron en 1939 y fueron patrocinadas personalmente por Pío XII. Hasta entonces nadie había osado averiguar qué había bajo la Basílica de San Pedro, que fue, a su vez, construida sobre la Basílica constantina.

En 1950, durante el Año Santo, el Papa Pacelli anunció que había sido identificada la tumba del apóstol. Parecía, pues, confirmarse lo que había afirmado durante el Pontificado de Papa Zeferino (199-217) el sacerdote romano Gaio, quien, dirigiéndose a Proclo (uno de los seguidores de la herejía montanista), escribió: 'Si vinieras al Vaticano y pasar por la vía Ostiense, podrías ver los trofeos [es decir las tumbas, ndr.] de aquellos que fundaron esta Iglesia', es decir Pedro y Pablo.

Las investigaciones, de las que después se ocupó la arqueóloga Margherita Guarducci, permitieron encontrar un pequeño monumento funeral apoyado contra un muro contemporáneo y que, según los estudios, data del año 150. 

'Pedro está aquí'

Esta construcción estaba llena de inscripciones superpuestos, que fueron descifrados por la estudiosa: todas ellas contenían invocaciones a Pedro. Una de las inscripciones fue fundamental, pues se dice en griego “Petros enì”, “Pedro está aquí dentro”.

La profesora Guarducci encontró en un pequeño contenedor que estaba en las Grutas vaticanas, los huesos que habían sido recogidos cerca de la tumba con las invocaciones. 

Los huesos, después de haber sido analizados, petenecían a un solo hombre, corpulento y que falleció a una edad avanzada. 

Presentaban incrustaciones de tierra y tenían algunas fibras de un paño de lana púrpura, decorada con hilos dorados, con la que habían sido envueltos. Una sepultura particularmente preciosa. Los huesos provenían de todas las partes del cuerpo, a excepción de los pies.

La tumba de Pedro, que en un principio era paupérrima (murió crucificado y fue enterrado seguramente de manera anónima) se encuentra en una necrópolis romana cubierta de tierra por Constantino y que habría vuelto a la luz tras 16 siglos, durante las excavaciones que ordenó Pío XII.

Lo más leído

skeleton





skeleton