La campaña del expresidente Donald Trump está tomando medidas adicionales para garantizar la seguridad y comodidad de sus seguidores durante un mitin al aire libre en Las Vegas este domingo, donde se espera que las temperaturas superen los 37.8 grados Celsius (100 grados Fahrenheit).

Trump, quien regresa a Nevada, un estado crucial en las próximas elecciones de noviembre, ha atraído a una multitud entusiasta tras su reciente condena por pagar para silenciar denuncias en su contra. Esta condena, sin precedentes para un expresidente, ha impulsado la recaudación de fondos y ha galvanizado a sus partidarios, aunque su impacto en los votantes indecisos aún está por determinarse.

Las temperaturas en el suroeste de Estados Unidos han disminuido ligeramente después de alcanzar máximos históricos la semana pasada, pero siguen siendo inusualmente altas para esta época del año. El mitin, programado para el mediodía en un parque con poca sombra cerca del aeropuerto, presenta desafíos significativos debido al calor extremo.

Para enfrentar estas condiciones, los organizadores del evento han tomado varias precauciones. Se distribuirán botellas de agua de manera abundante entre los asistentes y se instalarán tiendas de campaña refrescantes en todo el lugar. Además, se repartirán ventiladores nebulizadores para ayudar a los asistentes a mantenerse frescos.

La campaña también ha contratado servicios médicos adicionales para estar preparados ante cualquier emergencia relacionada con el calor. En una medida excepcional, el Servicio Secreto permitirá a los asistentes llevar botellas de agua y sombrillas al evento.

Este mitin en Nevada es el tercero que Trump realiza en el estado este año y se produce al final de una gira por el oeste del país que incluyó varios eventos de recaudación de fondos. En su último mitin en Arizona, la policía de Phoenix informó que 11 personas fueron hospitalizadas por agotamiento debido al calor, lo que resalta la importancia de las precauciones tomadas para el evento en Las Vegas.

Nevada, donde la demócrata Hillary Clinton ganó en 2016 y el presidente Joe Biden en 2020, ha mostrado un terreno disputado. Trump espera que su atractivo entre los votantes de la clase trabajadora y el creciente interés de los votantes hispanos le ayuden a asegurar la victoria en el estado en las próximas elecciones.