Agencias 
BRASILIA, Brasil.- Alarma en la colectividad afro-descendiente de Brasil pues aumentaron un 76% las denuncias de ataques segregacionistas en el último semestre a nivel nacional. Se trata de una oleada de hechos de intolerancia racial que supera con creces los datos recogidos en los años recientes, señalan académicos y activistas. La intolerancias 'racial y política' van de la mano, por eso este recrudecimiento de las actitudes racistas coincide con el 'brote fascista' que ocurre en Brasil, plantea Carolina Lopes, de la agrupación Colectivo Negro Carolina de Jesús, de Río de Janeiro.

La estudiante recuerda que esta semana decenas de activistas de ultraderecha ocuparon violentamente el Congreso en Brasilia, informa la agencia Ansa Latina.

Esa invasión fue repudiada en un comunicado oficial por el presidente Michel Temer y por opositores a su gobierno.

Además de ser casi todos blancos los militantes que ingresaron violentamente al recinto del Parlamento propusieron la implantación de una dictadura militar como la que gobernó entre 1964 y 1985, un período en el que se sufrió un 'sistemático racismo de Estado', según afirmó tiempo atrás el sindicalista José Arcanjo Araújo.
    
'En los últimos años los negros hemos tenidos conquistas, como el cupo en las universidades pero esto no nos impide ver que mientras centenas de negros puede hacer sus estudios, es mucho más alto el número de negros que entran a las cárceles y a las morgues por haber sido asesinados', plantea Lopes.

Entre junio y octubre pasados el número de denuncias sobre ataques y ofensas racistas creció el 76% en todo Brasil según cifras oficiales de la oficina de prensa de Disque Denuncia, un servicio que depende del gobierno federal.

Si esas cifras son las más altas de los últimos años en el promedio de los 27 estados brasileños, los datos se agravan en algunas provincias como Maranhao, ubicada en la región nordeste, donde aumentaron el 86% los ataques a negros y a los 'quilombos', colectividades asentadas en tierras que pertenecieron a los antiguos esclavos llegados durante la colonia y el imperio.

Además de ser una de las provincias más pobres de la Unión Maranhao tiene el mayor porcentaje de negros, mulatos y pardos: 8 de cada diez maranhaenses es afro-descendiente, informa Gerson Pinheiro, secretario estadual de Igualdade Racial.

El funcionario entiende que el agravamiento de la hostilidad hacia la población negra no puede ser 'desvinculado' del clima de tensión política y de la 'radicalización conservadora' que se observa en Brasil en los últimos meses.

Los números divulgados este sábado por un lado sorprenden porque indican una curva muy pronunciada en pocos meses pero por otro lado confirman que 'Brasil es un país racista, un país que desprecia al 53% de su población negra, parda y mulata', afirma Lucia Xavier Castro, fundadora de la organización no gubernamental Crioula.

Las estadísticas contradicen la 'afirmación más común del racista brasileño, quien gusta de decir que en este país negros y blancos viven en armonía. Se dice habitualmente que acá no es como en Estados Unidos donde el racismo perdura. Falso. Acá no hay menos racismo que en Estados Unidos', compara Xavier Castro.
    
La activista de los derechos raciales considera que cada 20 de noviembre, 'Día de la Conciencia Negra' tiene que ser asumido como una fecha de 'afirmación' de la identidad, y que una de forma de hacerlo es defender la palabra 'negro' para identificar a los afro-descendientes.