Verán una película 'real': cómo la lava destruirá sus casas

Autoridades harán todo lo necesario para que los dueños presencien el espectáculo de lo inevitable: el rastro destructor del volcán Kilauea

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Las autoridades de Hawái avisaron desde agosto pasado que los ríos de lava de volcán Kilauea amenazaban con destruir viviendas. Esto ya está ocurriendo, como puede verse en la imagen de esta pequeña estructura. (AP/Archivo)
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Agencias
HONOLULÚ, Hawái.- Las autoridades harán arreglos para que quienes viven en el paso de un río de lava puedan observar la destrucción de sus viviendas.

Se trató de un acuerdo para proporcionarles un medio de aceptación de lo inevitable, informó el director de Defensa (Protección) Civil del condado de Hawái, Darryl Oliveira.

"Es imaginable la frustración y desesperación por la que están pasando", comentó Oliveira, el lunes.
A decenas de residentes se les advirtió de la posiblidad de tener que evacuar sus hogares a medida que la lava del Kilauea bajaba en dirección de sus casas.

La lava estaba a menos de 100 metros (yardas) de una vivienda el lunes por la mañana, dijeron funcionarios.

Después de un avance de semanas, la lava cruzó la calle Apaa el domingo en el pueblo de Pahoa, en el distrito rural Puna en la Big Island.

La lava se acercaba peligrosamente a la carretera de Pahoa que lleva al centro.

La lava ya avanzó 250 metros (275 yardas) y se dirigía al nordeste a una velocidad de unos 9-14 metros (9-15 yardas) por hora. En otros momentos el avance se redujo a menos de dos metros (2 yardas) por hora o aceleró a 18 metros (20 yardas) por hora, según la topografía, explicó Janet Babb, una portavoz del Observatorio de Volcanes de Hawai.

Equipos de científicos del observatorio seguían el paso de la lava para dar actualizaciones regulares, agregó. Por la mañana del lunes, el frente de la lava se encontraba a 530 metros (580 yardas) de la carretera de Pahoa. Las autoridades cerraron un tramo de la carretera excepto a los residentes.

Los residentes al pie de la ladera recibieron un aviso de evacuación. La mayoría ya ha salido o ha hecho arreglos para, en caso necesario, irse a otros sitios. Oliveira aseguró que no prevé emitir una orden obligatoria de evacuación.

Imelda Raras, que vive en la calle Apaa, comentó que, junto con su marido, irá a casa de una persona amiga si les aconsejan evacuar. "Seguimos rezando", dijo. "Ojalá no le pase nada a nuestra casa".

Los científicos empezaron a advertir al público sobre la amenaza de la lava el 22 de agosto y desde entonces la lava ha ido avanzando y a veces deteniéndose aunque la ansiedad de los residentes nunca para.

(Información de The Associated Press)

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