El domingo, el general CQ Brown, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, emitió una seria advertencia sobre las posibles repercusiones de una ofensiva israelí en Líbano.

Según Brown, esta acción podría desencadenar una respuesta de Irán en defensa del grupo miliciano Hezbollah, lo que provocaría una guerra más amplia y pondría en peligro a las fuerzas estadounidenses en la región.

Brown expresó que Irán “estaría más inclinado a apoyar a Hezbollah”, indicando que Teherán apoya a milicianos de Hamás en Gaza, pero que ofrecería mayor respaldo a Hezbollah si percibe una amenaza significativa hacia este grupo.

Estas declaraciones de Brown se dieron en el contexto de su viaje a Botsuana para una reunión de ministros de defensa africanos.

La situación en la frontera entre Israel y Líbano se ha tensado considerablemente, con funcionarios israelíes amenazando con una ofensiva militar si no se logra alejar a Hezbollah de la frontera.

Días atrás, el ejército de Israel anunció que ya tiene “planes aprobados y validados” para una ofensiva en Líbano, a pesar de los esfuerzos de Estados Unidos para evitar que los ataques transfronterizos se transformen en una guerra.

En un intento por encontrar una solución diplomática al conflicto, funcionarios estadounidenses han mantenido negociaciones activas.

Esta semana, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, visitará Washington para reunirse con el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, y otros altos funcionarios. Además, Amos Hochstein, alto asesor del presidente Joe Biden, visitó Líbano e Israel la semana pasada para intentar reducir las tensiones.

Brown también subrayó la dificultad de que Estados Unidos ayude a Israel en una guerra extensa contra Hezbollah de la misma manera en que lo hizo en abril, cuando ayudó a defenderse de una serie de misiles y drones. Según Brown, es más complicado interceptar los cohetes de corto alcance que Hezbollah lanza regularmente hacia Israel.

Sobre la protección de las fuerzas estadounidenses en la región, Brown aseguró que la seguridad de los soldados es una prioridad constante, destacando que ninguna base estadounidense ha sido atacada desde febrero. Además,

Estados Unidos sigue en conversaciones con líderes israelíes, enfatizando la importancia de evitar una escalada del conflicto. Brown instó a considerar las consecuencias de cualquier operación en Líbano y su impacto en la región y en las fuerzas estadounidenses presentes.

(Con información de The Associated Press)