Estafas a tiempos compartidos: la nueva ‘ruta criminal’ del CJNG
El grupo ha logrado recaudar cientos de millones de dólares durante la última década de esta forma, afirma The New York Times.
The New York Times reveló en un reportaje que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), tomó una nueva ‘ruta criminal’ que consiste en recomprar tiempos compartidos a sus propietarios, para luego estafarlos.
Al principio, el CJNG, una de las organizaciones criminales más poderosas de México, comenzó con el tráfico de drogas; después, pasó al negocio de la extorsión en aguacates, bienes raíces y constructoras, y ahora, la organización criminal mexicana conocida por su crueldad está haciendo la transición hacia adultos mayores y sus propiedades vacacionales.
La operación es relativamente sencilla, se explica el reportaje.
Esta estafa representa la evolución más reciente del Cártel Jalisco Nueva Generación, un grupo que está arraigado en sectores legales e ilegales de la economía, apuntó The New York Times.
Con poco más que un teléfono y un guión convincente, los trabajadores del cártel están atacando a personas en diferentes países.
One of Mexico’s most powerful criminal groups, Jalisco New Generation, runs call centers that offer to buy retirees’ vacation properties. Then, they empty their victims’ bank accounts. https://t.co/h8DuwhDtoG
— The New York Times (@nytimes) March 21, 2024
Personas que trabajan para el grupo criminal se hacen pasar por representantes de ventas y llaman a los dueños de las propiedades de tiempo compartido para ofrecerles recomprar sus inversiones por sumas generosas de dinero.
Después, exigen pagos por adelantado con cualquier pretexto, desde publicar anuncios hasta pagar multas gubernamentales.
Tras ese paso, viene el acto final: los ‘representantes’ persuaden a sus víctimas para que transfieran grandes cantidades de dinero a México, a veces hasta de cientos miles de dólares, y luego desaparecen.
Con este plan, el CJNG ha logrado recaudar cientos de millones de dólares durante la última década a través de docenas de centros de llamadas en México que apuntan a propietarios de tiempos compartidos que son originarios de Estados Unidos o Canadá, de acuerdo con funcionarios estadounidenses que no están autorizados para hablar públicamente.
Incluso, se explicó que también sobornan a empleados de complejos turísticos mexicanos para que filtren información de los huéspedes.
Con información de Reforma