Agencias
BEIRUT, Líbano.- Un legislador formado en Gran Bretaña y perteneciente a una destacada familia política libanesa fue designado el sábado primer ministro.

Se comprometió a trabajar para poner fin a las divisiones en Líbano y evitar que la guerra civil en la vecina Siria se extienda al país.

El presidente Michel Suleiman le encargó a Tammam Salam, un legislador de 68 años y exministro de Cultura, que forme un nuevo gobierno. El parlamento libanés respaldó la designación de Salam por votación de 124-4.

Una tarea difícil incluso en tiempos favorables, Salam encara una lista de desafíos mucho más complicada de lo usual para un primer ministro libanés.

El país enfrenta crecientes tensiones sectarias por la guerra civil de Siria, y los dos bloques políticos libaneses más importantes respaldan a bandos opuestos en la lucha entre las fuerzas del presidente sirio Bashar Assad y los insurgentes que intentan derrocarlo.

Además, el conflicto ha obligado a unos 400,000 sirios a refugiarse en Líbano, lo que ha generado más tensiones en el país de cuatro millones de libaneses.

"Empiezo con la necesidad de sacar al Líbano de las divisiones y tensiones políticas reflejadas en la situación de seguridad", dijo Salam en su primera declaración pública tras ser elegido.

Agregó que también desea mitigar las amenazas de la "situación catastrófica de al lado", en referencia a Siria y la posibilidad de que la guerra civil que comenzó hace dos años y en la que han muerto más de 70,000 personas se extienda al Líbano.

Salam dijo que hará todo lo posible para formar un "gobierno de interés nacional", un proceso que podría demorarse debido a las profundas divisiones entre los políticos libaneses como resultado de la crisis en Siria.

Una vez que forme un gabinete, su nuevo gobierno debe obtener una moción de confianza en el parlamento.

Muchos analistas seguirán atentamente la forma en que Salam trata a la organización islamista Jezbola y su arsenal bélico, el tema más polémico entre los libaneses.