Deja EU impune muerte de mexicano indocumentado en 2010

Anastasio Hernández Rojas recibió descargas eléctricas al ser detenido y murió dos días después de un ataque al corazón.

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En imagen del 15 de enero de 2014, un Policía de Los Ángeles lleva una cámara en el pecho para grabar su actuación. La medida se aplicó luego de constantes abusos por parte de agentes. (Foto: Archivo/AP)
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Agencias
WASHINGTON, D.C.- El Departamento de Justicia de Estados Unidos descartó presentar cargos contra los agentes fronterizos que en 2010 usaron pistolas eléctricas contra el mexicano Anastasio Hernández Rojas, quien murió dos días después de un ataque al corazón, informa Notimex.

El incidente se registró el 28 de mayo de 2010 en un puesto de control de la estación fronteriza de San Ysidro, en San Diego, precisó el Departamento de Justicia, que anunció en un comunicado el cierre de la investigación.

Hernández Rojas, de 42 años de edad, fue detenido al cruzar la frontera ilegalmente e iba a ser devuelto a México cuando, según los agentes, comenzó a dar patadas y puñetazos, incluso después de que fue esposado y golpeado con toletes.

Mientras se encontraba en el suelo, un agente aplicó al menos dos descargas eléctricas al detenido, quien poco después comenzó a respirar de manera irregular y dejó de responder, dijeron testigos.

El indocumentado fue declarado muerto dos días después, cuando se le retiró el respirador artificial en un hospital cercano, en uno de los casos más controvertidos de la agencia fronteriza por uso de la fuerza y el uso de una pistola eléctrica Taser.

Videos difundidos por internet mostraron a Hernández Rojas en el suelo, con las manos esposadas y rodeado de agentes mientras gritaba pidiendo ayuda

El comunicado del Departamento de Justicia admitió que las descargas eléctricas y una intoxicación con metanfetaminas contribuyeron a la muerte a Hernández Rojas, y resaltó que la autopsia concluyó que falleció por un ataque al corazón.

Sin embargo, los fiscales federales concluyeron que las pruebas eran "insuficientes" para presentar cargos penales federales contra los agentes, porque "no puede demostrar, más allá de una duda razonable" que los agentes causaron la muerte “voluntariamente.

"El gobierno federal no puede refutar la afirmación de los agentes que utilizaron fuerza razonable en un intento de someter y reprimir a un detenido combativo para que pudiera ser colocado dentro de un vehículo de transporte", dijo el comunicado.

Videos tomados con teléfono móvil, difundidos por internet, mostraron a Hernández Rojas en el suelo, con las manos esposadas y rodeado de una docena de agentes, mientras gritaba para pedir ayuda.

El médico forense del condado de San Diego tipificó el caso como homicidio, sin poder determinar el papel de las descargas eléctricas, y precisó que el detenido tenía un corazón mayor de lo habitual.

En 2008 se autorizó el uso de pistolas eléctricas a los agentes fronterizos, para reducir el uso de la fuerza letal en la frontera, aunque un análisis del diario Los Angeles Times reportó decenas de casos en que han sido mal utilizadas.

Otros dos hombres, además de Hernández Rojas, murieron en incidentes con la Patrulla Fronteriza relacionados con estas armas.

En un comunicado, la Unión Americana de Libertades Civiles calificó la decisión en el caso de Hernández Rojas como una burla a la rendición de cuentas, y dijo que la familia se le negó la justicia".

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