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CIUDAD DE MÉXICO.- El pasado lunes, el presidente de Bolivia, Evo Morales, celebró 12 años en el poder con un discurso centrado en el elogio de su país como líder económico de Suramérica y abierto a resolver con el diálogo cualquier disputa en la región.

Durante la ceremonia, el mandatario confirmó ante el Congreso su decisión de permanecer en el poder hasta 2025, en contraruta de sectores que le exigen respetar un referendo que le negó esa posibilidad.

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"Ahora somos el Estado más fuerte de toda la región y el que más ha crecido en los últimos años", sentenció el mandatario en su alocución en el día que celebra su llegada al poder en 2006. "Tenemos una nueva Bolivia", aseveró ante el Parlamento del país en su discurso del Día del Estado Plurinacional de Bolivia, publicó el portal Informador.

El cambio del país en estos 12 años "no fue un milagro", sino un logro de un pueblo que dijo "sí se puede" para emprender un proceso de cambio, argumentó ante una representación diplomática y de organismos internacionales como invitada al discurso en la Asamblea Legislativa.

"Nacionalizamos los recursos naturales, distribuimos los ingresos, fomentamos la inversión pública y privada, cambiamos Bolivia", agregó tras avalar sus elogios con una enumeración de cifras económicas.

Un crecimiento económico del 4.2% y una inflación de solo el 2.7% en 2017, destacó, mientras el resto de la región crece por debajo o vecinos como Argentina sufren tensiones inflacionistas del 24.8 %.

Pese a los augurios de sus detractores y las previsiones de organismos como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, el mandatario se vanaglorió de haber ganado "la batalla" a quienes advertían que sus políticas serían su "tumba".

"Estamos más cerca del mar como nunca antes en la historia", dijo sobre la certeza que mantiene Bolivia de que este año la Corte Internacional de Justicia de La Haya le dará la razón en la demanda presentada en 2013 contra Chile.

"Esperamos una decisión que llevará a dos países vecinos y hermanos a negociar un acceso soberano al Pacífico", reiteró acerca del pedido para que Chile acceda a negociar sobre el territorio perdido por Bolivia en una guerra hace más de un siglo."Una herida todavía abierta, que no puede seguir afectando a nuestros pueblos ni a sus próximas generaciones", apuntó.

Quiero felicitar al pueblo boliviano por estos 12 años de cambio, de haber recuperado nuestra Patria. Estos 12 años de logros fueron gracias a la lucha, la unidad y la conciencia de los bolivianos. Hoy tenemos una Patria para el pueblo, por el pueblo y con el pueblo. pic.twitter.com/4VwttbXjET

— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) 22 de enero de 2018

La intervención de unas dos horas, menos de la mitad que otras de su mandato en este día, además de repasar estos 12 años, el periodo más largo de una presidencia en la historia de Bolivia, perfiló los retos de futuro, una vez que Morales ya es candidato para las elecciones de 2019.

Hizo especial hincapié en que Bolivia "ahora está empeñada en liberar una nueva batalla, por la liberación y la independencia tecnológica". "Si queremos seguir siendo políticamente soberanos, económicamente independientes y socialmente justos", advirtió sobre la necesidad de contar con tecnología propia en ámbitos como la industria.

Morales acabó entre gritos de "Evo, Evo" su discurso del Día del Estado Plurinacional, forma que adoptó Bolivia con su llegada al poder en sustitución de la república instituida con la independencia en 1825.

Protestas contra Morales

Mientras en el exterior de la Asamblea Legislativa desfilaban los movimientos sociales que lo apoyan, tras un acto con ceremonias ancestrales, en las cercanías se manifestaban detractores.

La celebración llega en medio de una serie de protestas sociales, que no frenó el anuncio ayer del presidente para derogar el Código Penal que suscita movilizaciones desde hace varios meses.

Además, protestan contra un fallo judicial que habilita a Morales a presentarse para un cuarto mandato en 2019, pese a que la Constitución que él mismo promulgó, lo limita a dos periodos seguidos, lo que incluso organismos internacionales condenan como un intento de perpetuarse en el poder.