Agencias
EL CAIRO, Egipto.- Una bomba estalló el jueves en una transitada intersección cerca de un complejo escolar en la capital de Egipto, El Cairo, afectando a un autobús y dejando cinco personas heridas, dijeron las autoridades.

Debido al atentado se incrementaron las preocupaciones que los extremistas islámicos orientan cada vez más contra los civiles la oleada de violencia que dirigieron durante meses contra el ejército y las fuerzas de seguridad, según publica The Associated Press.

El atentado ocurrió un día después de que el gobierno declarara organización terrorista a su máxima rival política, la Hermandad Musulmana, a la que acusó de estar detrás de los hechos de violencia en el país.

La decisión representa un incremento de la represión contra ese grupo desde que el ejército depuso en julio al presidente islamista Mohammed Morsi.

El jueves, el ministro del Interior advirtió que ahora se castigará con prisión perpetua a los dirigentes de cualquier protesta de la Hermandad, de acuerdo con las leyes contra el terrorismo.

La Hermandad rechaza las acusaciones en su contra y afirma que el gobierno intenta convertirla en chivo expiatorio y convocó a una intensificación de las movilizaciones.

Después del derrocamiento de Morsi el 4 de julio y la posterior represión contra la Hermandad a la que él pertenece y de otros partidarios islámicos, se aceleró el surgimiento de una insurgencia de extremistas islámicos.

Atentados con atacantes suicidas, emboscadas y otros ataques habían ocurrido y estaban dirigidos contra policías y efectivos militares en la península del Sinaí, pero estos hechos de violencia también se propagaran hacia El Cairo y otras regiones del país.

El atentado explosivo del jueves fue apenas el segundo dirigido al parecer contra objetivos específicamente civiles, tras el estallido de una bomba en la misma zona la semana pasada.

Sin embargo, el atentado con bomba más sangriento ocurrió el martes, cuando un atacante suicida hizo estallar un vehículo cargado de explosivos frente a un cuartel de efectivos de seguridad en la ciudad de Mansoura, ubicada en el delta del Nilo, con resultado de 16 personas muertas, casi todas policías.

En el atentado del jueves, una bomba de fabricación casera estalló en la principal intersección cuando pasaba el autobús en el distrito de Ciudad Nasr, en el este de El Cairo, dijo el ministerio del Interior en un comunicado.

Las autoridades desactivaron después al menos una bomba que sería activada a control remoto y que fue colocada en un cartel de publicidad. Esta bomba tendría al parecer como blanco las fuerzas de seguridad que acudieran al primer atentado, dijo la televisión estatal.

La explosión rompió las ventanas del autobús y los fragmentos de vidrio causaron heridas a cinco personas, una de las cuales está grave, dijo el ministerio.