Agencias
RANGUN, Myanmar.- Una persona murió y seis resultaron heridas al estallar tres pequeñas bombas en el oriente de Myanmar, en las últimas de una serie de explosiones en un país que ha tenido muy pocos ataques así desde que un gobierno electo asumió el poder hace dos años.

Las explosiones en Namkham, en el extremo norte del estado de Shan, ocurrieron el miércoles por la noche y el jueves por la mañana, dijo un agente de la policía local que pidió permanecer anónimo porque no estaba autorizado a hablar con la prensa, según publica The Associated Press.

Dijo que la investigación prosigue.

Myanmar ha sido sorprendido por el estallido de nueve bombas en la última semana - explosiones de baja intensidad en Rangún, Mandalay, Taungoo, Sagaing y Namkhan, con un saldo de tres muertos y 10 heridos.

Una de las bombas, en el lujoso Traders Hotel, en el centro de la capital comercial, hirió a un estadounidense de 43 años.

"Actos de violencia como aquellos perpetrados e intentados en la última semana no tienen lugar en una sociedad civilizada", dijo la embajada estadounidense en un comentario.

"Tenemos confianza en que el pueblo de este país confrontará esos actos de terrorismo con fuerza, determinación y un compromiso continuo con la paz, el desarrollo y la reconciliación".

Ha habido cuatro arrestos, pero aún no está claro quién es responsable de las explosiones. El gobierno sigue combatiendo a rebeldes kachin y de otras etnias minoritarias y el país ha estado inmerso además en violencia sectaria entre budistas y musulmanes.

La primera bomba en Namkham estalló alrededor de la medianoche del miércoles en el centro de la ciudad, pero nadie resultó herido. La segunda y la tercera ocurrieron en la misma área casi sucesivamente alrededor de las 7:30 am del jueves.

El policía en la estación local dijo que un hombre murió y otras seis personas resultaron heridas, ninguna de gravedad, en esas explosiones.

Agregó que pareció tratarse de explosivos de baja intensidad, que causaron poco daño a estructuras cercanas. "Pudieron haber sido bombas-reloj, pero no sabemos con certeza".

Las explosiones de bombas fueron frecuentes en Myanmar durante los 50 años de dictaduras militares. Pero han sido raras desde que el gobierno nominalmente civil del presidente Thein Sein asumió el poder en el 2011 y comenzó a implementar reformas políticas y económicas.

Muchos activistas y grupos de derechos humanos, no obstante, dicen que Myanmar aún no es libre y el gobierno tiene dificultades para contener la violencia sectaria y persistentes insurgencias étnicas.