Migrantes indocumentados condenados por delitos graves como asesinato en primer grado y abuso sexual infantil, ahora se enfrentarán a la pena de muerte en Florida, después de que el gobernador Ron DeSantis aprobara una serie de leyes migratorias más estrictas.

La nueva legislación firmada apenas ayer por DeSantis, dio inicio a un intenso debate.

Organizaciones defensoras de los derechos civiles y legisladores demócratas señalan los posibles conflictos con la Constitución y el impacto que podrían tener en las comunidades migrantes.

Florida apunta por millonaria inversión en control migratorio

Las nuevas leyes contemplan un presupuesto de aproximadamente 298 millones de dólares para fortalecer la aplicación de normativas migratorias. 

Estos fondos permitirán la contratación de más de 50 agentes especializados en supervisión de migrantes, la compra de equipos de seguridad, capacitaciones y bonificaciones para quienes colaboren con las autoridades federales.

The bill I signed today makes Florida the strongest state in the nation for immigration enforcement. This legislation will enlist state and local law enforcement to assist the Trump Administration with re-establishing the rule of law, removing illegal aliens from our country, and… pic.twitter.com/qsnvydxhE7

— Ron DeSantis (@GovRonDeSantis) February 14, 2025

Además, se destinarán recursos al mantenimiento y reembolso de costos derivados del uso de instalaciones de detención.

Este paquete legislativo forma parte de una estrategia más amplia del Partido Republicano para reforzar políticas migratorias alineadas con la visión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En otros estados se han impulsado medidas similares, con el respaldo del sector más conservador del partido.

El proceso de aprobación no estuvo exento de tensiones, incluso dentro del propio Partido Republicano. Inicialmente, algunos legisladores estatales propusieron versiones más moderadas de la ley, pero fueron rechazadas por DeSantis, quien las consideró insuficientes y una ‘traición’ a los votantes conservadores.

El senador republicano, Joe Gruters, aliado de Trump y promotor clave de la iniciativa, reconoció que el proceso legislativo generó divisiones dentro del partido, pero aseguró que la aprobación de estas leyes representa una victoria política para el expresidente.

Las diferencias entre DeSantis y el ala más leal a Trump han sido evidentes en otras áreas de la política estatal y nacional. Mientras algunos lo ven como un posible candidato presidencial en 2028, su relación con la base trumpista sigue siendo un factor de tensión dentro del Partido Republicano.

Con información de AP e Infobae