En un giro inesperado, la coalición de izquierda en Francia resultó la principal fuerza en las elecciones legislativas, aunque sin obtener una mayoría absoluta, situación que coloca al país en una especie de limbo político por el control de la Asamblea Nacional.

Este desenlace plantea una serie de desafíos para Francia, especialmente en el contexto de la Unión Europea y la próxima celebración de los Juegos Olímpicos.

El presidente Emmanuel Macron convocó estas elecciones el 9 de junio, tras un notable desempeño de la extrema derecha en las elecciones europeas. Macron esperaba que esta movida aclarara el escenario político, pero el resultado ha sido el contrario.

Los tres bloques principales han quedado lejos de los 289 escaños necesarios para una mayoría en la Asamblea Nacional, la cámara más poderosa del legislativo francés.

La coalición de izquierda, Nuevo Frente Popular, liderada por Jean-Luc Mélenchon, obtuvo poco más de 180 escaños, superando a la alianza centrista de Macron que alcanzó más de 160. La Agrupación Nacional de Marine Le Pen se situó en tercer lugar con más de 140 escaños, un récord histórico para el partido.

La ausencia de una mayoría clara en el Parlamento francés abre la puerta a un período de inestabilidad política.

Macron pone en pausa nombramiento del primer ministro

Gabriel Attal, primer ministro, anunció su dimisión ante este panorama incierto. Attal criticó la decisión de Macron de disolver la Asamblea Nacional, destacando que no eligió esta ruta.

A pesar de ello, Attal manifestó su disposición a continuar en su cargo "mientras el deber lo exija", especialmente con los Juegos Olímpicos a la vista.

Macron, con tres años restantes en su mandato, se enfrenta a la difícil tarea de navegar un Parlamento fragmentado y la posible necesidad de compartir el poder con un primer ministro de la oposición.

La reacción popular ante los resultados fue diversa. En París, la plaza Stalingrado y la plaza de la República se llenaron de partidarios de la izquierda celebrando el avance de su coalición.

Por otro lado, la Agrupación Nacional, aunque fortalecida, no logró su objetivo de una mayoría absoluta. Marine Le Pen, sin embargo, ve en estos resultados una base para futuras victorias y ha anunciado su intención de buscar la presidencia en 2027.

Jordan Bardella, potencial primer ministro del partido, expresó su descontento con los resultados, señalando que la votación arrojó a Francia "en los brazos de la extrema izquierda".

Macron, ante este escenario, ha optado por no apresurarse en invitar a un posible primer ministro a formar gobierno, indicando que esperará a que la nueva Asamblea Nacional tome forma.

(Con información de The Associated Press)