Agencias
BUENOS AIRES, Argentina.- El Papa Francisco beatificará mañana a José Gabriel Brochero, el "cura gaucho" que dedicó su vida a los pobres y recorrió durante décadas las sierras centrales de Argentina a lomo de mula, siempre dispuesto ayudar a los más humildes, según publica el sitio web ansa.it.

En lo alto de las sierras de Córdoba, 800 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, una estatua recuerda al "cura gaucho" con su sempiterno poncho y su sombrero: nacido en 1840 y muerto de lepra en 1914, será beatificado en el pueblo donde centró su misión, Villa del Tránsito, que hace años fue rebautizada como Villa Cura Brochero.

Unas 200 mil personas son esperadas mañana para la ocasión en la pequeña localidad donde tuvo eje la obra de evangelización de Brochero. El sacerdote, siempre cercano a los más necesitados en el inmenso territorio argentino, quedó sordo y ciego, y finalmente murió, como consecuencia de la lepra que contrajo tras compartir un mate (infusión típica a base de hojas de yerba mate) con algunos enfermos con quienes convivía.

También estuvo en primera línea en las ayudas a los moribundos durante la epidemia de cólera que afectó Córdoba en 1867.

Para presidir la ceremonia de mañana, que será un día de fiesta para la Iglesia argentina, llegará de Roma el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos.

El maestro de ceremonias de la beatificación será monseñor Guillermo Karcher, de la Secretaría de Estado vaticana.

El "cura gaucho" -subrayó Karcher a ANSA- era incansable cuando recorría las inhóspitas zonas de montaña de Córdoba para llevar el Evangelio, pero también para ayudar a construir casas, escuelas, iglesias, oficinas postales, telégrafos, diques y calles.

"Fue literalmente un cura que olía a oveja, como aquellos de los que habla el pontífice. Francisco -afirmó- está feliz de esta beatificación y cuando lo saludé antes de partir me dijo que acompañaría la ceremonia con su plegaria".

"Hay una gran semejanza entre el Papa y Brochero en la simplicidad y cercanía con quien necesita ayuda y consuelo, además de su coherencia entre la fe y la vida. Brochero fue un adelantado, que comprendió anticipadamente la necesidad de poner su obra al servicio de los valores de la cultura de la gente y ayudarla en sus necesidades", concluyó.

La postulante de la causa es Silvia Monica Correale, una laica argentina de la Congregación de la Causa de los Santos.

"Esta beatificación ya había sido decidida por Benedicto XVI y fue un regalo para el Papa argentino", contó, recordando que en el pueblo donde realizaba su misión Brochero había creado una casa de ejercicios espirituales inspirada en las de San Ignacio de Loyola, aunque adaptados a la idiosincrasia criolla.

Por otra parte, había aprendido el manejo de una casa de ejercicios en Buenos Aires, en una casa fundada por la venerable sierva de Dios María Antonia de Paz y Figueroa (1730-1799), que realizó una vasta obra de difusión en la Argentina sobre la espiritualidad de la Compañía de Jesús.