Gays e hispanos en EU, unidos en lucha por derechos

Importantes agrupaciones de inmigrantes afirman que las parejas homosexuales deben ser incluidas en la reforma migratoria.

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Hay por lo menos 11 millones de inmigrantes ilegales en Estados Unidos. (Archivo/Agencias)
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Agencias
SAN FRANCISCO, California.- Comprende en carne propia su condición de minoría por partida doble. No solamente teme ser deportado, sino que tampoco puede conseguir la ciudadanía casándose con otro hombre porque el gobierno federal no reconoce los matrimonios homosexuales. Su nombre es Alex Aldana, inmigrante gay mexicano radicado ilegalmente en la Unión Americana.

Junto a otros activistas gays, Alex espera que el nuevo debate sobre inmigración en Washington cambie esa situación, y están apostando a una alianza recientemente forjada pero todavía frágil entre dos bloques de votantes que se considera fueron cruciales en la reelección del presidente Barack Obama: los hispanos y la comunidad homosexual.

El movimiento en defensa de los derechos homosexuales gestiona que las parejas binacionales del mismo sexo sean incluidas en la legislación inmigratoria. Hasta ahora ha recibido firme respaldo de los hispanos liberales, según informa AP.

Grupos como la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos, el Consejo Nacional de La Raza y el Fondo Legal de Defensa y Educación Mexicano-Americano -todos los cuales apoyaron las uniones del mismo sexo el año pasado-, reiteraron esta semana que las parejas homosexuales deberían ser incluidas en un plan de reformas que abre un camino a la ciudadanía a los 11 millones de inmigrantes que están en Estados Unidos sin autorización.

Opiniones encontradas

Tanto Obama con el Grupo Hispano en el Congreso han incluido parejas binacionales homosexuales en sus planes de reforma inmigratoria. El proyecto que elaboran ocho senadores tanto demócratas como republicanos, dado a conocer esta semana, no las incluye.

Los republicanos John McCain y Lindsey Graham, dos de los senadores que trabajan en pos de un proyecto inmigratorio bipartidista, ya han rechazado la idea de que los inmigrantes homosexuales tienen un lugar en el debate.

"Les digo ahora que si cargan esto con cuestiones sociales y temas controversiales entonces van a poner en peligro" la iniciativa, dijo McCain, que no apoya el derecho al matrimonio de parejas del mismo sexo, aunque su esposa e hija sí lo respaldan.

Aldana, de 26 años, enfrenta un dilema. Estimula a los grupos hispanos a incluir los derechos homosexuales en su lucha, pero recuerda a los activistas gays que los derechos inmigratorios van mucho más allá que luchar solamente por la residencia legal para los extranjeros en uniones de parejas del mismo sexo.

"La realidad es que la inmigración no es sólo sobre matrimonios. Esa es una preocupación de la clase media. Es un privilegio que apoyo, pero no es algo que beneficiará a todas nuestras comunidades inmigrantes", dijo Aldana.

Un factor a tener en cuenta es que la Corte Suprema analizará a fines de marzo la ley federal que actualmente prohíbe a los ciudadanos en matrimonios del mismo sexo patrocinar a sus parejas extranjeras para que obtengan la residencia legal.

Si los jueces ratifican la Ley en Defensa del Matrimonio, los legisladores favorables a los homosexuales tendrán menor influencia para promover la causa.

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