Las hospitalizaciones por COVID-19 han incrementado en Estados Unidos desde principios de julio, en un caso similar al experimentado en los tres veranos anteriores.

En la semana que finalizó el 29 de ese mes, se registraron 9.056 por casos de coronavirus, un aumento del 12%  con respecto a la semana previa.

Expertos resaltan que aún  faltan meses para que una versión actualizada de la vacuna contra la enfermedad esté disponible, por lo que este repunte de hospitalizaciones podría ser un aspecto preocupante, sin embargo el número de pacientes es mucho menor que antes.

Considerando que está muy lejos de picos anteriores, como las 44 mil  semanales de principios de enero o los 150 mil ingresos  que se registraron  por la variante ómicron de enero de 2022.

"Está aumentando un poco, pero no es algo de lo que tengamos que preocuparnos", afirmó el doctor David Dowdy, epidemiólogo de enfermedades infecciosas de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins.

El experto insisitió "Sólo porque tengamos una nueva subvariante no significa que estemos destinados a tener un aumento de malos resultados".

Es posible que las infecciones también estén creciendo, sin embargo hay pocos datos.

Las autoridades federales de EUA pusieron fin a la emergencia de salud pública en el mes mayo, por lo que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y muchos estados ya no registran el número de resultados positivos de las pruebas.

La cantidad de virus COVID-19 en las aguas residuales han estado incrementándose  desde finales de junio en toda la nación de las barras y las estrellas.

 Las autoridades sanitarias mencionaron que en las próximas semanas vigilarán de cerca los niveles a medida que las personas regresen de vacaciones de verano.

Los niveles más altos de COVID-19 en las concentraciones de aguas residuales se están hallando en el noreste y el sur del país, informó Cristin Young, epidemióloga de Biobot Analytics.

"Es importante recordar que ahora mismo las concentraciones siguen siendo bastante bajas", explicó Young, agregando son unas 2.5 veces más pequeñas con respecto a mediados del 2022.

Y aunque una versión de la variante ómicron, EG.5 está apareciendo con más frecuencia, ninguna variante concreta del virus es dominante.

"Hay un par de ellas que estamos vigilando, pero no vemos nada parecido a la delta u ómicron", señaló la epidemióloga, en referencia a las variantes que provocaron oleadas anteriores.

Por último  reiteraron las mutaciones del virus no lo hacen necesariamente más peligroso.

Con información de AP