Agencias
MADRID, España.- Angel Carromero, condenado a cuatro años de cárcel en Cuba por el accidente que costó la vida al disidente Oswaldo Payá, salió el viernes de la prisión española a la que fue trasladado desde la isla para cumplir la pena en un régimen de semi libertad.

Carromero, de 27 años y dirigente juvenil del gobernante Partido Popular, abandonó la prisión de Segovia -a 90 kilómetros al norte de Madrid- después de que las autoridades aceptaron la solicitud presentada el jueves para acogerse al llamado tercer grado, según publica The Associated Press.

Casi seis meses después del accidente de tráfico en Cuba en el que murieron Payá y el también disidente Harold Cepero, el joven español dio las "gracias por la atención" a los numerosos medios de comunicación congregados y se subió al vehículo de unos amigos que le esperaban.

El tercer grado es un beneficio penitenciario de la legislación española que autoriza al reo a vivir durante el día en libertad y regresar a la cárcel sólo a dormir. En algunos casos también se utiliza el control telemático del preso con una pulsera que informa permanentemente de su ubicación y le permite pernoctar en su domicilio.

El gobierno indicó que de momento dormirá en un centro de inserción social de Madrid hasta que se establezca un procedimiento definitivo para su control. Carromero permanecía encarcelado en Segovia desde su llegada a España el 29 de diciembre.

Su abogado José María Viñals dijo que se han seguido "a rajatabla" todos los requisitos del reglamento penitenciario y que su defendido no ha recibido "trato de favor", respondiendo algunas acusaciones en ese sentido.

El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, aseguró esta semana que el acusado tiene arraigo familiar, un puesto de trabajo garantizado y el delito de "homicidio por ocasión de conducir un vehículo en la vía pública" del que fue hallado culpable en Cuba figura entre los contemplados por el Código Penal español para acceder a este tipo de beneficio.

Madrid y La Habana negociaron durante meses una salida diplomática para Carromero

Viñals precisó que una vez formalizado el traslado de cualquier preso, se aplican las normas del país receptor, en este caso España. Pero reconoció que Madrid tiene "el deber" de informar de la concesión de este régimen abierto o de semi libertad a Cuba, por ser el lugar en el que se produjo el hecho delictivo.

Un tribunal cubano condenó en octubre a Carromero a cuatro años de cárcel por el accidente que costó la vida a Payá y Cepero.

El siniestro tuvo lugar en julio cerca de la localidad de Bayamo, a 800 kilómetros al este de La Habana. Carromero conducía el coche, que según relató en el juicio derrapó en una zona de grava y luego se estrelló contra un árbol.

A los pocos minutos del accidente se comentó en las redes sociales que el automóvil había sido embestido por otro, pero Carromero desmintió esa versión.

El español y el ciudadano sueco Aron Modig, que ocupaba el asiento del copiloto, sufrieron heridas leves, mientras que los opositores cubanos, que viajaban en la parte trasera del vehículo, resultaron muertos.

Madrid y La Habana negociaron durante meses una salida diplomática para Carromero, hasta que finalmente se acordó su traslado a España a través del convenio bilateral sobre ejecución de sentencias firmado por los dos países en 1998.

A los decesos se sumó como elemento sensible en el caso el motivo de la visita de los europeos a Cuba. Ambos llegaron con visas de turista pero posteriormente reconocieron que llevaban dinero a los disidentes, que las autoridades de la isla consideran "mercenarios" al servicio de grupos de interés dispuestos a destruir al gobierno.