El Parlamento israelí ha aprobado dos leyes que restringen las actividades de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Israel, lo que ha generado preocupación por el impacto que estas medidas tendrán sobre la ya deteriorada situación humanitaria en Gaza.

La legislación, aprobada con un margen amplio, marca un giro en la relación entre Israel y la agencia humanitaria, que desde hace años brinda servicios esenciales a la población palestina en áreas en conflicto.

La primera ley, que contó con el respaldo de 92 de los parlamentarios y 10 votos en contra, prohíbe a la UNRWA realizar “cualquier actividad” en territorio israelí, lo que impide que la agencia preste servicios o mantenga presencia oficial dentro de sus fronteras.

Esta restricción podría agravar la crisis de suministro en Gaza, especialmente en un contexto donde la comunidad internacional, encabezada por Estados Unidos, ha solicitado un incremento en la ayuda humanitaria para los habitantes de esta zona afectada por el conflicto.

Una segunda ley, también aprobada por una mayoría de 87 votos frente a nueve, va un paso más allá al eliminar la inmunidad jurídica del personal de la UNRWA y prohibir cualquier interacción entre funcionarios israelíes y la agencia.

Aunque una disposición para declarar a la UNRWA como “organización terrorista” fue retirada de la ley en su versión final, la norma sigue siendo una advertencia de los profundos desacuerdos entre Israel y la agencia.

Según las autoridades israelíes, esta organización mantiene supuestos vínculos con Hamás, la organización militante que ha protagonizado varios enfrentamientos armados con Israel.

La UNRWA, por su parte, rechaza estas acusaciones y asegura que toma medidas inmediatas para desvincular a cualquier empleado sospechoso de tener lazos con grupos armados.

La implementación de estas leyes plantea una grave preocupación para los palestinos en Gaza, ya que la UNRWA ha sido fundamental en la distribución de alimentos, la atención médica y la educación en medio del conflicto.

Con más de 1,9 millones de desplazados palestinos y una escasez extrema de alimentos, agua y medicinas, cualquier obstáculo adicional para la agencia podría poner en riesgo vidas, especialmente ante la ausencia de un acuerdo que permita a otras organizaciones cubrir el vacío dejado por la UNRWA. La agencia opera en áreas sensibles, como la Cisjordania ocupada y Jerusalén oriental, además de Gaza, donde millones de refugiados palestinos dependen de sus servicios.

(Con información de The Associated Press)