'Jesús no necesita ejércitos ni fuerza': Papa Francisco

El Sumo Pontífice afirma que la identidad cristiana es una 'identidad de luz, no de tinieblas'.

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La luz de Jesús 'nos salva de las tinieblas', dijo el Papa. (Agencias)
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Agencias
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco afirmó en su misa de este martes en la Casa de Santa Marta que "Jesús no necesita de un ejército para expulsar a los demonios, no necesita de la soberbia, no necesita de la fuerza, del orgullo: siempre donde está Jesús hay humildad y amor".

Jorge Mario Bergoglio, refirió la radio vaticana, puso el acento sobre la distinción entre la "luz tranquila" de Jesús, que habla a nuestro corazón y la luz del mundo, y una "luz artificial" que nos vuelve soberbios y orgullosos. La identidad cristiana, dijo el Pontífice en la homilía, es "una identidad de la luz, no de las tinieblas".

Jesús, explicó, vino para salvarnos del pecado, "su luz nos salva de las tinieblas", según cita la agencia Ansa Latina.

"Pedimos al Señor que nos dé hoy la gracia de su luz y nos enseñe a distinguir cuándo la luz es de Él"

Por otra parte, agregó, hoy "se puede pensar que exista la posibilidad" de tener la luz "con tantas cosas científicas y tantas cosas de la humanidad".

"Se puede conocer todo, se puede tener ciencia de todo y esta luz sobre las cosas. Pero la luz de Jesús es otra cosa, no es una luz de la ignorancia, no. Es una luz de conocimiento y de sabiduría, pero es otra cosa que la luz del mundo. La luz que nos ofrece el mundo es una luz artificial, quizás fuerte, pero más fuerte es la de Jesús, fuerte como fuego artificial, como un flash de la fotografía", subrayó.

"En cambio -prosiguió- la luz de Jesús es una luz tenue, es una luz tranquila, es una luz de paz, es como la luz de la noche de Navidad, sin pretensiones", dijo Bergoglio.

La luz de Jesús, continuó el Pontífice, "no hace espectáculo, es una luz que viene en el corazón".

Sin embargo, advirtió, "es cierto que el diablo tantas veces se disfraza de ángel de luz: a él le gusta imitar a Jesús y se hace bueno, nos habla tranquilamente, como habló a Jesús tras el ayuno en el desierto".

"Es por esto que tenemos que pedir al Señor la sabiduría del discernimiento para conocer cuándo es Jesús que nos da la luz y cuándo es el demonio, travestido de ángel de luz", afirmó el papa Francisco.

"Cuántos creen vivir en la luz y están en las tinieblas, pero no se dan cuenta", prosiguió Bergoglio. Y si llega una luz que te "hace orgulloso", advirtió, una luz que "te lleva a mirar a los otros desde lo alto", a despreciar a los otros, "a la soberbia, esa no es luz de Jesús, es luz del diablo travestido de Jesús, de ángel de luz".

Engaño del enemigo

El Papa indicó así el modo para distinguir la verdadera luz: "Siempre donde está Jesús hay humildad, amor y Cruz".

 Nunca, agregó, "encontraremos un Jesús que no sea humildad, sin amor y sin Cruz".

"Jesús no necesita de un ejército para expulsar a los demonios, no necesita de la soberbia, no necesita de la fuerza, del orgullo", dijo.

"Pedimos al Señor que nos dé hoy la gracia de su luz y nos enseñe a distinguir cuándo la luz es de El y cuando es una luz artificial, hecha por el enemigo para engañarnos", concluyó.

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