(Video) El mundo se indigna por la conversión de Santa Sofía en mezquita

Hay lamentos de la Unesco, Europa y EEUU por la posible pérdida de este Patrimonio de la Humanidad.

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La antigua Basílica de Santa Sofía en Estambul, corre peligro por la decisión del presidente de Turquía de convertirla en mezquita musulmana. Sus frescos bizantinos desaparecerían. (Foto: Twitter).
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Estambul.- El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, anunció la apertura de la antigua basílica de Santa Sofía en Estambul al culto musulmán, después de que un tribunal anuló su condición de museo, abriendo así el camino a su transformación en mezquita.

Santa Sofía, construida en el siglo VI por los bizantinos que coronaban allí a sus emperadores, está declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad y es una de las principales atracciones turísticas de Estambul.

Convertida en mezquita tras la toma de Constantinopla por los otomanos en 1453, fue transformada en museo en 1934 por el dirigente de la joven República turca, Mustafa Kemal Atatürk, que deseaba “ofrecerla a la humanidad”.

El anuncio de Erdogan provocó condenas y lamentos en Grecia, Francia, RusiaEstados Unidos y la Unesco.

Nuevo motivo de tensión entre Grecia y Turquía 

La decisión turca de transformar en mezquita a la exbasílica Santa Sofía, importante lugar para la iglesia ortodoxa, es vivida como una "provocación" en Grecia y puede tensar aún más las relaciones entre ambos países, subrayan responsables griegos y analistas.

"Esta nueva provocación de Turquía, que se dirige no solo a Grecia sino a Occidente, afecta aún más las relaciones" entre los dos países, afirmó, Konstantinos Filis, director del Instituto griego de relaciones internacionales.

El Consejo de Estado, más alta jurisdicción administrativa turca, revocó el viernes una medida de 1934 que confiere a Santa Sofía el estatuto de museo. Poco después, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan anunció que la ex-basílica bizantina sería abierta para las oraciones musulmanas como mezquita el viernes 24 de julio.

El anuncio provocó reacciones internacionales desde Washington a París pasando por el Vaticano, pero en especial de los países ortodoxos como Grecia y Rusia.

El primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis condenó "con la mayor firmeza" la decisión turca. Además de "su impacto en las relaciones greco-turcas", la decisión "afecta las relaciones de Turquía con la Unión Europea (UE), la Unesco, y la comunidad mundial", señaló.

Lina Mendoni, ministra griega de Cultura, calificó la decisión turca de "provocación al mundo civilizado".

El domingo, el jefe de la iglesia ortodoxa griega, Monseñor Ieronymos, denunció "la instrumentación de la religión para fines partidistas o geopolíticos".

Para Konstantinos Filis, esta decisión "tiene un doble mensaje": uno hacia el interior de Turquía donde el presidente tiene baja popularidad, y otro hacia Occidente. 

Filis subraya "la agresividad de Turquía desde hace un año en la región: sus tentativas de explotar los recursos energéticos en el sureste del Mediterráneo, seguidas por la invasión del norte de Siria y recientemente en Irak, así como su injerencia en el conflicto en Libia".

Países vecinos y ambos miembros de la OTAN, Grecia y Turquía han vivido en su historia tensas relaciones, agravadas en los últimos años por el asunto migratorio.

"Sin ninguna duda, la decisión sobre Santa Sofía no era necesaria, pues Estambul no carece de mezquitas (...)", subraya la historiadora Christina Koulouri.

"Esta decisión tiene un simbolismo particular y sirve para presionar a Europa, donde el conflicto entre cristianismo e islam es un factor importante de la identidad europea", añade Koulouri.

La toma de Constantinopla por los otomanos en el siglo XV es "una ruptura histórica de Europa, que representa al mundo cristiano, y permanece en el inconsciente colectivo", agrega.

Obra arquitectónica de gran importancia, construida en el siglo VI por los bizantinos que coronaban allí a sus emperadores, Santa Sofía fue clasificada como patrimonio mundial por la Unesco.

Para Grecia, Santa Sofía está identificada con Constantinopla, como siguen los griegos llamando a Estambul.

"El imperio bizantino es elemento constitutivo de la identidad griega, la historia y la religión del país, un lazo entre la Antigüedad griega y la Grecia contemporánea", señala Koulouri.

Impacta en la naturaleza universal: Unesco

La Unesco “lamenta profundamente” la decisión de las autoridades turcas de modificar el estatuto de museo de la antigua basílica de Santa Sofía en Estambul para transformarla en mezquita sin un “diálogo previo”, aseguró este viernes la directora de esa organización, Audrey Azoulay.

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) “lamenta profundamente la decisión de las autoridades turcas, adoptada sin diálogo previo, de modificar el estatus de Santa Sofía”, dijo Azoulay en un comunicado, poco después de que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, anunciara la apertura de la antigua basílica al culto musulmán.

El Consejo de Estado, el más alto tribunal administrativo de Turquía, accedió el viernes a la petición de varias asociaciones y revocó la decisión gubernamental de 1934, que confería a Santa Sofía el estatuto de museo.

La Unesco advirtió que el cambio de ese estatuto tiene un impacto en la naturaleza universal de Santa Sofía como un lugar abierto a toda la civilización, un “símbolo de diálogo”, un aspecto clave de su condición de Patrimonio Mundial.

“Toda modificación en este sentido deberá ser objeto de una notificación previa a la Unesco y, en su caso, de un examen por parte del Comité del Patrimonio Mundial”, advirtió.

El papa está muy afligido

El papa Francisco dijo que está “muy afligido” por la reconversión de la antigua basílica de Santa Sofía de Estambul en mezquita por decisión del presidente turco, al término de la oración del Ángelus. 

“Mi pensamiento va a Estambul. Pienso en Santa Sofía. Estoy muy afligido”, dijo brevemente el papa, fuera del discurso previsto.

Estas palabras del papa son el primer comentario del Vaticano sobre la decisión turca. 

El Osservatore Romano, el diario del Vaticano, había informado la víspera de los hechos, citando las principales reacciones internacionales, pero no había emitido comentarios.

 

 

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