Este es el gran ganador de los 'caucus' en Iowa

Marco Rubio es considerado la gran revelación de los republicanos al pisar los talones a Cruz y Trump.

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Morco Rubio se presenta como puente que puede 'unir al partido y al movimiento conservador'. (Agencias)
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EFE
WASHINGTON, DC.- La primera gran cita electoral de Estados Unidos, los caucus de Iowa, es determinante no por lo que se vota sino por cómo se interpreta lo que se vota: el senador Marco Rubio logró el ansiado "momentum", mientras que la favorita Hillary Clinton evita la pesadilla de perder las dos primeras primarias.

La tradición política estadounidense enseña que en Iowa no gana el que queda primero, sino el que supera las expectativas. Bajo esa premisa, el gran ganador de anoche fue Rubio y así lo sentenció ayer toda la opinión pública en EU.

El joven legislador hispano, de 44 años, se hizo con el ansiado "momentum", ese impulso que atrae la atención de los medios y los donantes y puede cambiarlo todo.

Rubio estaba tercero en los sondeos, siete puntos por detrás del senador Ted Cruz y 11 del magnate Donald Trump, y dio la sorpresa de la noche al acabar a una diferencia de apenas un punto del multimillonario.

Trump, favorito en todos los sondeos desde hace meses, quedó segundo, tres puntos por debajo de Cruz, un ultraconservador alejado del establishment de su partido, que hizo suya la base que ha marcado en los últimos años los caucus republicanos de Iowa: los votantes evangélicos.

El 'momentum' de Rubio se le escapó entre los dedos al senador por Vermont Bernie Sanders, que salió derrotado

Trump, divorciado varias veces y del que se cuestiona su conservadurismo social, quiso ganar en Iowa saltándose las reglas de la campaña cercana y no le funcionó. Su casi total silencio tras conocerse los resultados, más allá de una escueta declaración obligada de dos minutos, era revelador.

"Mi experiencia en Iowa fue estupenda. Empecé con todos los expertos diciendo que no lo haría bien y acabé segundo. Bien", escribió ayer en Twitter tras horas de ausencia en una red social en la que es muy activo.

Pero aunque Cruz ganó en Iowa, todos los ojos miran a Rubio, que ha pasado en menos de seis años de ser un senador "junior" aupado por los ultraconservadores del Tea Party a convertirse en la mejor esperanza del aparato del partido para recuperar la Casa Blanca.

Rubio se presenta como puente que puede "unir al partido y al movimiento conservador", como aseguró el lunes, victorioso, en un discurso que algunos medios han comparado con el que Obama dio tras vencer a Hillary en los caucus de 2008.

El influyente The Wall Street Journal predijo en su edición de ayer que el "momentum" de Rubio va a traducirse en un aumento en las aportaciones a su campaña de los grandes donantes republicanos, para quienes anoche se confirmó que el senador por Florida es la alternativa del establishment ante Cruz y Trump, candidatos considerados demasiado extremos para ganar unas presidenciales.

Rubio se impuso, por muy amplio margen, al candidato que en enero de 2015 era el gran favorito del aparato del partido, su otrora mentor Jeb Bush, ex gobernador de Florida e hijo y hermano de ex presidentes, que a pesar de la gran inversión que hizo en Iowa quedó sexto con un paupérrimo 2.8 por ciento de los votos.

El "momentum" de Rubio se le escapó entre los dedos al senador por Vermont Bernie Sanders, que salió derrotado por la mínima frente a Hillary Clinton en los caucus demócratas más disputados de la historia, con 49.57 por ciento frente al 49.86 por ciento de la ex secretaria de Estado.

Los analistas coinciden en que Sanders fue sin duda uno de los ganadores de la noche, ya que nadie esperaba hace unos meses que pudiera quedar tan cerca de la gran favorita, pero todos opinan también que necesitaba algo más que ese empate virtual para que su campaña lograra un impulso definitivo.

Sanders parte como favorito para las siguientes primarias, las del día 9 en New Hampshire, un estado con más del 90 por ciento de población blanca y vecino a Vermont pero su prueba de fuego vendrá en las siguientes primarias en el sur y el oeste del país, en las que se probará si su mensaje llega al votante no blanco, de momento ampliamente favorable a Clinton.

La ex secretaria de Estado aparece hoy en la lista de ganadores de los caucus en todos los medios. Su victoria fue pírrica pero evitó la peor pesadilla de su campaña: perder en Iowa y New Hampshire, algo de lo que solo pudo recuperarse un candidato, su marido Bill Clinton, en 1992.

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