Cae un mito... la mariposa monarca también se reproduce en México

Desde hace 40 años se creía que solo nacía en campos de EU, pero el viernes santo encontraron 42 orugas de la especie en Michoacán.

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Especialistas del Instituto de Biología de la UNAM confirmaron que los ejemplares son crías de "Danaus plexippus". (Nelly Salas/Milenio)
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Fanny Miranda/Milenio
MÉXICO, D.F.- La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas descubrió que la mariposa monarca también nace en México, cuando desde hace 40 años se creía que ese insecto solo se reproducía en campos agrícolas del sur de Estados Unidos, reveló a Milenio Gloria Tavera Alonso, directora de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca.

“Lo que hemos encontrado para saber dónde empieza la reproducción de la monarca es muy importante. Tal vez ha sucedido siempre o posiblemente sea solo un evento de este año que puede estar relacionado con la temperatura y otros factores ambientales, como el cambio climático”, señaló Tavera en entrevista exclusiva.

Tras dos años de investigar el fenómeno migratorio de este lepidóptero, la reserva halló 42 orugas de la especie (Danaus plexippus) en una sola planta de asclepia —especie de algodoncillo en el que la mariposa pone sus huevos— en la zona de hibernación de Michoacán.

Hipotésis de adaptación

Los investigadores de la reserva también suponen que la mariposa monarca puede estar cambiando sus hábitos de reproducción debido a la disminución —en 58 por ciento— de la abundancia de algodoncillos en los campos de soya y maíz del medio oeste de Estados Unidos.

La disminución de esas plantas se atribuye al uso de glifosfato, un herbicida de Monsanto conocido como Roundup, el cual está vinculado con la reducción de 81 por ciento de mariposas de la generación Matusalén entre 1999 y 2012, las cuales viajan a México en invierno.

“Son medidas de adaptación y la situación en Estados Unidos es bastante fuerte por la disminución de su hábitat de reproducción. Hay mecanismos naturales que activan las especies para cambiar sus conductas y sobrevivir”, explicó Marco Antonio Castro, oficial de Campo para el Proyecto GEF Resiliencia de la reserva.

El hallazgo fue posible gracias a que se inició hace un año la actualización del inventario biológico de la reserva en colaboración con el Instituto de Biología de la UNAM, con lo que descubrieron en campos agrícolas de la zona de amortiguamiento cinco variedades de asclepia (linaria, notha, otarioides, pringlei y glaucescens).

“Para nosotros es muy relevante, porque las asclepias están asociadas a los hábitats de gestación de la mariposa monarca, es por lo cual se tiene la evidencia de que la reproducción más fuerte es en Estados Unidos y Canadá”, detalló Castro.

Hallazgo fortuito

El descubrimiento de la planta con 42 orugas ocurrió el Viernes Santo de este año y fue realizado por un ingeniero agrónomo en San José de Curungueo, localidad en la zona de amortiguamiento de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca.

José Blancas Fuentes, un campesino dedicado al cultivo de árboles frutales de aguacate y durazno, nunca se percató de lo que ocurría en las hojas de asclepia, la que consideró maleza y pensó en cortar después de Semana Santa.

“Mi cuñado vino porque fuimos a cortar duraznos, ahí vio la planta. Él es ingeniero agrónomo, conoce un poco de botánica y se quedo analizándola, luego le habló a su cuñada, que trabaja en la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, y le mandó las fotos”, narró Blancas.

“Me dijo que las mariposas habían dejado sus huevos y que por eso ahí estaban las orugas (…) Si no me hubiera dicho ya habría fumigado, pues ya se hubieran muerto”, recordó.

Yoselyn Flores, quien realiza labores de administración en las oficinas de la reserva, recibió las fotos y las mostró el lunes al técnico Génaro Mondragón, quien junto con Demetrio Álvarez, técnico comunitario del Instituto de Biología de la UNAM, confirmaron que se trataba de orugas de monarca alimentándose de asclepia.

Posteriormente, los especialistas comenzaron la búsqueda de algodoncillos en otras parcelas de Zitácuaro, encontrando más huevos y orugas.

“El hallazgo hará una historia, habrá que empezar la investigación sobre la mariposa monarca porque todos decían que aquí no se reproduce. Nosotros tenemos que seguir buscando asclepias y ver si realmente se reproducen muchas mariposas, así como ponernos de acuerdo con la gente que tienen sus terrenos aquí para que conserven la planta”, concluyó Tavera.

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