Agencias
BUENOS AIRES, Argentina.- La justicia de Argentina condenó en los últimos seis años a 370 personas que cometieron crímenes de lesa humanidad en la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983, pero aún falta avanzar en contra de otros mil 666 acusados.

Según un informe del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que es una de las organizaciones no gubernamentales más importantes de Argentina, dos mil 71 personas están o estuvieron involucradas en causas vinculadas con el terrorismo de Estado del régimen militar.

Del total de implicados, 370 fueron condenados y 35 obtuvieron una absolución en 91 procesos judiciales, aunque sólo en el caso de 14 juicios ya se llegó a una condena firme, es decir, a la instancia que cierra el ciclo judicial e impide revisiones a los fallos, según informa Notimex.

En la actualidad, hay nueve procesos en marcha, mientras que otros 63 ya tienen orden de elevación a juicio pero sin fecha de inicio, y 212 más apenas están en etapa de instrucción, es decir, de investigación, de acuerdo con el reporte del CELS.

Los juicios que convirtieron a Argentina en el primer país del mundo en procesar a sus propios represores comenzaron en 2006, luego de que el Congreso y la Corte Suprema anularan las leyes que habían permitido la impunidad de estos criminales durante décadas.

Desde entonces, los juicios avanzaron de manera paulatina, pero el año pasado entraron en una etapa de aceleración, ya que los tribunales finalizaron 26 procesos, una cifra récord que contrastó con los dos juicios de 2006 y 2007.

Gracias a eso es que hubo más sentenciados, ya que cada juicio involucra a múltiples acusados, y, por ejemplo, se pasó de dos condenados en 2006, a 45 en 2008, 171 en 2010 y 354 en 2012.

Los crímenes por los que han tenido que responder los acusados son torturas, secuestros, desapariciones y apropiación de menores, los cuales son considerados delitos de lesa humanidad, y por lo tanto, imprescriptibles.

Entre los sentenciados destacan los casos de los ex dictadores Jorge Rafael Videla, que ya enfrentó tres condenadas a cadena perpetua, y Reynaldo Bignone, quien fue el último presidente de facto de Argentina.