Agencias
WASHINGTON, DC.- La primera dama estadounidense, Michelle Obama, se convirtió en el blanco de los republicanos por su aparición en la ceremonia de entrega de los Oscar, durante la cual anunció el ganador en la categoría de mejor película.

La sorpresiva aparición por videoconferencia de la "first lady", ataviada con un vestido plateado de fiesta, causó enorme revuelo y muchos vieron en ella una fuerte carga política, mientras para otros, saldó una deuda con Hollywood, que tanto contribuyó para la reelección de su marido a la Casa Blanca, según publica el sitio web ansa.it.

Fue una "performance" que ha sido catalogada por muchos como "puro exhibicionismo", ignorando por completo la presencia de los militares que se encontraban detrás de ella, escribió el portal Politico.com. Para el Daily Caller, "decididamente se pasó el límite" porque haber usado a los militares como vitrina equivale a hacer propaganda.

En la aparición Michelle apareció flanqueada por militares vestidos de gala.

The Washington Post también dedicó al asunto un artículo titulado: "¿Puede una first lady tener un rol de estrella?" "La presencia de Michelle Obama a los Oscar por puro placer creó confusión tanto entre sus fans como entre sus detractores", agregó. "¿Es esto lo que Michelle Obama entiende por liberarse de las presiones de la campaña electoral?", se preguntó el diario de la capital. "¿Seguir libremente sus caprichos sin preocuparse de las consecuencias?", añadió con retórica.

Conservadores aparte, muchos se preguntaron qué hacía Michelle Obama en los Oscar. El mismo Ben Affleck, actor y director de "Argo", thriller sobre la crisis de los rehenes en Irán que ganó la estatuilla dorada como mejor película, confesó tras la ceremonia que le parecía haber tenido una alucinación cuando vio a la primera dama.

En Irán, en tanto, la imagen de la esposa de Obama fue manipulada con un Photoshop para evitar que se viese su escote y sus brazos.