Agencias
CHARLESTON, E.U.- Funcionarios estiman que unas cuatro mil personas visitaron el Capitolio de Carolina del Sur para rendir tributo al pastor de una histórica iglesia en Charleston que fue asesinado junto con ocho de sus feligreses.

La vista del ataúd abierto del senador estatal Clementa Pinckney bajo la cúpula del capitolio debía haber concluido a las 5 pm el miércoles. Pero centenares de personas seguían en fila, así que las autoridades les dejaron seguir entrando, cerrando finalmente las puertas una hora más tarde.

Durante las cinco horas de la procesión, los colegas de Pinckney en el Senado, tanto demócratas como republicanos, montaron guardia junto al féretro, en turnos, recibiendo a los dolientes que pasaban.

Una semana después de que nueve de sus miembros fueron asesinados, la iglesia Espiscopal Metodista Africana Emanuel retomó sus estudios bíblicos en la sala en donde sucedieron las muertes.

Vigilancia dentro y fuera

Más de 100 miembros de la iglesia y visitantes llenaron el sótano del recinto la tarde del miércoles, sietes días después de que la policía dijo que Dylann Roof mató al pastor de la iglesia y a otros ocho miembros de la iglesia durante la reunión semanal.

Una mesa adornada con flores y un afiche cubierto con frases de condolencias estaban al frente del salón, frente a un atril utilizado por el pastor. La policía de Charleston vigilaba adentro y afuera de la iglesia, mientras que un trío de cuerdas tocaba himnos religiosos en el fondo.

El pastor interino, Norvel Goff, enseñaría al grupo multirracial sobre "El poder del amor". Los funerales de los miembros asesinados comenzarán el jueves, y el presidente Barack Obama hablará en el funeral del pastor asesinado Clementa Pinckney el viernes.