Muere Michael Sata, presidente de Zambia

El vicepresidente Guy Scot asume la presidencia en forma interina; en 90 días convocará a elecciones.

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Fotografía de archivo del ahora fallecido presidente de Zambia, Michael Chilufya Sata, en la Cumbre de Jefes de Estado en Bruselas, Bélgica, el 2 de abril de 2014. (EFE)
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EFE y agencias
LUSAKA, Zambia.- El vicepresidente de Zambia, Guy Scott, asumió hoy provisionalmente la presidencia del país tras la muerte de su jefe de Estado, Michael Sata, que falleció anoche, y se ha convertido en el primer mandatario blanco del país desde su independencia de Gran Bretaña, hace 50 años.

Según establece la Constitución, se mantendrá de forma interina en este cargo durante los próximos noventa días, transcurridos los cuales debería convocar elecciones presidenciales, apuntaron fuentes del Gobierno.

Sata, que tenía 77 años, murió anoche en Londres donde estaba acompañado por su familia, informó hoy el portavoz del Gobierno zambio.

Fue el quinto jefe de Estado desde la independencia del país, que el pasado día 24 celebró su cincuenta aniversario sin su presencia, al encontrarse en Londres recibiendo tratamiento.

Desde su salida de Zambia, el ministro de Defensa y Justicia, Edgar Lungu, ha ejercido como presidente en funciones.

Sata, apodado "Rey Cobra" por su agresividad verbal, llegó al poder en septiembre 2011 tras desbancar de la Presidencia de Zambia a Rupiah Banda, del Movimiento para la Democracia Multipartita.

'Rey Cobra'

Sata gobernaba el país sudafricano, el segundo productor de cobre del continente. Nacido en Mpika, en el norte del país, comenzó a trabajar como policía, empleado de ferrocarriles y sindicalista.

Tras la independencia en 1964, Sata fue ascendiendo en el seno del gubernamental Partido Unido Nacional por la Independencia y gobernó la capital, Lusaka, en la década del 80. Se hizo muy conocido por su cercanía con el pueblo, con acciones como ponerse a limpiar las calles con sus propias manos.

Con el tiempo se distanció del primer presidente tras la independencia, Kenneth Kaunda, y se sumó al Movimiento por la Democracia Multipartidaria (MMD), cuya campaña llevó a las primeras elecciones en las que compitieron varios partidos, en 1991.

Bajo los gobiernos del MMD Sata fue ministro de Gobierno, Trabajo, Salud y ministro sin cartera.

En 2001 fundó su propio partido, el Frente Patriótico, que ganó las elecciones en 2011 con el 42 por ciento de los votos. Sata se presentaba a sí mismo como un defensor de los pobres y no dudaba en enfrentarse a los poderosos inversores chinos u occidentales en el país, aunque con el tiempo moderó su retórica.

Era apodado el 'Rey Cobra' por su afilada lengua: a menudo reprendía a sus ministros en público y en una ocasión se refirió al presidente estadounidense George W. Bush como ese "hombre joven y colonialista" cuando llegaba tarde a un encuentro.

Sus críticos lo acusaban de haberse vuelto cada vez más autoritario y de perseguir a la oposición y a la prensa.

Lucha por el poder

El deterioro de la salud de Sata desató una lucha por su sucesión en el Frente Patriótico, el partido gubernamental.

En agosto, el presidente destituyó en medio de la trifulca al entonces ministro de Justicia, Wynter Kabimba, uno de los favoritos para ser su heredero.

Ahora es de esperar una guerra abierta para hacerse con el poder al frente de este país rico en recursos naturales, tierras, bosques, agua, cobalto, esmeraldas y sobre todo cobre, que asegura el 70 % de los ingresos por exportaciones.

El país tuvo un sistema de partido único entre los años setenta y los noventa, pero desde entonces ha vivido dos alternancias políticas pacíficas.

Las próximas elecciones generales estaban previstas para 2016, pero tras la muerte del mandatario, deberán celebrarse comicios presidenciales en los próximos 90 días.

Zambia, país de casi 15 millones de habitantes clasificado entre las potencias neo-emergentes, registra desde hace una década un crecimiento superior al 6 % y lleva una política de inspiración china.

Sin embargo, su dinámica economía y los jugosos ingresos provenientes del cobre no se han traducido en una reducción significativa de la pobreza y el paro, algo que Sata denunció en repetidas ocasiones cuando estaba en la oposición, antes de defraudar las expectativas de sus partidarios una vez que se hizo con el mando.

(Con información de AP, Reuters y excelsior.com)

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