Muere el exnuncio que señaló los abusos del padre Maciel

Estuvo en México entre 1997 y 2000, periodo en el que apoyó a los obispos Samuel Ruiz y Raúl Vera y se enfrentó a los Legionarios de Cristo.

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Justo Mullor fue un eslabón importante en el establecimiento de las buenas relaciones entre México y la Santa Sede, además participó en la organización de la última visita del Papa San Juan Pablo II. (Archivo/Agencias)
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Eugenia Jiménez/Milenio Digital
CIUDAD DE MÉXICO.- Justo Mullor, quien fuera nuncio apostólico en México entre 1997-2000, falleció hoy en Roma, después de permanecer varios días en terapia intensiva.

Mullor fue un eslabón importante en el establecimiento de las buenas relaciones entre México y la Santa Sede, participó en la organización de la última visita del Papa San Juan Pablo II y fue promotor de la canonización de San Juan Diego.

Fue un nuncio que se caracterizó por ser discreto y sencillo, afín al Opus Dei, nació cerca de Jaen, España, en 1932. Se ordenó sacerdote a los 22 años, estudió en la Pontificia Academia Eclesiástica, de la que fue presidente, fue consagrado obispo por Juan Pablo II.

En 1979 comenzó a desarrollar su carrera diplomática cuando fue nombrado nuncio en Costa de Marfil y Burkina Faso, después trasladado a Nigeria, donde estuvo hasta 1985; fue nombrado oficial de la Secretaría de Estado hasta 1991 y después fue nombrado nuncio para Estonia, Letonia y Lituania. En 1997 fue nombrado nuncio para México.

Durante su estancia en el país apoyó a los obispos Samuel Ruiz y Raúl Vera, situación que disgustó a los integrantes del "Club de Roma" entonces en activo e integrado por los cardenales Juan Sandoval Iñiguez, Norberto Rivera Carrera, el arzobispo Emilio Berlié, el obispo Onésimo Cepeda y al fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, quienes utilizaron sus influencias en Roma, principalmente con el secretario de Estado Angelo Sodano, para removerlo.

Al irse de México fue nombrado presidente de la Pontificia Academia Eclesiástica, donde se prepara a los diplomáticos de la Santa Sede y permaneció ahí hasta su jubilación.

Él mismo reconoció que los ataques que recibió en México fueron promovidos por los Legionarios de Cristo.

Al darse a conocer su fallecimiento, el cardenal Norberto Rivera Carrera expresó sus condolencias.

El dato:
  • “Tan sólo en los primeros seis meses de haber llegado a México me di cuenta de las denuncias en contra del fundador de los Legionarios… Y yo fui quien le quitó la máscara a Maciel”, fue una de las declaraciones de Justo Mullor hace algunos años.

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