Musulmanes chiíes de Irán conmemoraron la Ashura, una fecha significativa que recuerda el martirio de Hussein, nieto del profeta Mahoma, ocurrido en el siglo VII y que dio origen a su fe. La Ashura es una de las fechas más importantes para los chiíes, marcando un día de profundo luto y fervor religioso.

Teherán y otras ciudades iraníes se cubrieron de símbolos de piedad y penitencia chiíes, incluyendo banderas rojas que simbolizan la sangre de Hussein y prendas funerarias negras en señal de luto.

Las procesiones, en las que los hombres se golpean el pecho y se autoflagelan, son una demostración de devoción. Además, debido al intenso calor, algunos asistentes fueron rociados con agua para mantenerse frescos.

Muchos iraníes también viajaron a la ciudad iraquí de Kerbala, donde Hussein está enterrado en un santuario con una cúpula dorada. La televisora estatal iraní transmitió en vivo desde el lugar, mostrando a los fieles rendir homenaje en el recinto sagrado.

La muerte de Hussein a manos de los suníes en una batalla en Kerbala, al sur de Bagdad, hace más de 1.340 años, es un evento crucial que abrió una profunda brecha en el islam. Este conflicto histórico sigue siendo un elemento fundamental en la identidad chií, que considera a Hussein como el legítimo sucesor del profeta Mahoma.

Los chiíes representan más del 10% de los 1.800 millones de musulmanes en el mundo. La conmemoración de la Ashura no solo es un recordatorio del sacrificio de Hussein, sino también una reafirmación de su fe y resistencia.

Este evento anual es una oportunidad para que los chiíes en todo el mundo muestren su devoción y solidaridad, fortaleciendo los lazos comunitarios y reafirmando su identidad religiosa.

(Con información de The Associated Press)