Nayib Bukele: el 'dictador más cool', se prepara para 5 años más en el poder
Amparado en su triunfo con más de 80 por ciento de los votos, Bukele desacredita los argumentos contra su política de mano dura.
Bukele tras autoproclamarse como “el dictador más cool del mundo mundial”, un mensaje irónico por las críticas que desató su intención de reelegirse como mandatario pese a que la Constitución de El Salvador lo prohíbe, también se redefinió en su cuenta en X, antes Twitter, como el “rey filósofo” días previos a los comicios del domingo, en los cuales buscaba renovar su periodo presidencial por un lustro más.
Consciente del fervor popular que le garantizaba un 80 % en la intención de voto antes de ir a las urnas, Bukele no se empacha al desacreditar los argumentos de organizaciones de derechos humanos contra su política de mano dura, que ha llevado a más de 76.000 personas a las cárceles del país, el 90 % de ellos sin sentencia.
#ElSalvador || Antes, los pandilleros recibían favores y ordenaban crímenes desde las cárceles. Con el #CECOT, ese desorden se terminó. Ahora son tratados como los criminales peligrosos que son. pic.twitter.com/gyH7XHnpTj
— Diario La Gaceta (@DiarioLaGaceta) January 31, 2024
“No lo hemos logrado con una receta extranjera, sino con el régimen de excepción”, decía el domingo antes de conocerse los resultados, pero adelantando sus intenciones de mantener la suspensión de derechos fundamentales con el objetivo de que El Salvador no vuelva a ser “la capital de los asesinatos del mundo”.
¿CÓMO SE CONSOLIDÓ EN EL PODER?
Hace ocho años, sus aspiraciones para presidir El Salvador se desvanecían cuando el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, con quien tuvo sus primeros acercamientos a la política por la afinidad de su familia, le segó el camino presidencial. No sería su candidato.
Tres años después, en 2019, Bukele llegaba al poder de El Salvador. Sus primeras decisiones las anunció por redes sociales, un vehículo comunicacional que le ha acompañado siempre y que en la última campaña le permitió no hacer ningún acto de promoción presencial.
Tras su primer año como presidente, en 2020, comenzó a promover su política de mano dura como estrategia de seguridad contra las pandillas. Pero el Congreso, controlado entonces por dos partidos opositores, frenaba su proyecto. Hasta que Bukele se plantó allí, rodeado de seguidores y respaldado por militares, dejando una poderosa imagen.
En abril de ese año, en los inicios de la pandemia de COVID-19, la Corte Suprema cuestionó la disposición presidencial de enviar a centros de detención provisional a quienes violaran la cuarentena. Bukele recurrió de nuevo a las redes: “Una cosa es interpretar la Constitución, otra muy diferente es ordenar la muerte del pueblo”.
Y cuando su partido tomó el control de la Asamblea, los legisladores purgaron a los miembros de la Corte Suprema. Los nuevos integrantes, que tenían otros criterios al interpretar la Constitución, finalmente fallaron a favor de Bukele y en 2021 permitieron su reelección, ordenando a las autoridades electorales inscribir su candidatura.
SU POLÍTICA DE MANO DURA CONTRA LAS PANDILLAS
Joven, con buena posición económica, cabello prolijamente engomado y ropa casual, Bukele se convirtió pronto en un fenómeno político por su política de seguridad y de represión a las pandillas. A su llegada al poder, negó categóricamente estar negociando con los líderes de las bandas como habían hecho gobernantes anteriores para apaciguar las calles a cambio de beneficios para los delincuentes.
#ElSalvador || El Presidente @nayibbukele aseguró a los salvadoreños que dentro de esas cárceles llevaría a los peores criminales que tanto daño causaron a familias honradas, asesinando, violando y exigiendo el pago de extorsión. pic.twitter.com/FqwkEOK2WV
— Diario La Gaceta (@DiarioLaGaceta) January 31, 2024
Y entonces llegó el 26 de marzo de 2022. En un solo día, 62 personas fueron asesinadas en todo el país a manos de las pandillas, una cifra nunca antes vista. Bukele decidió entonces implementar un estado de excepción, que se mantiene hasta ahora, y que suprime derechos fundamentales como el de tener acceso a un abogado, el de ser informado del motivo de la detención o el de no intervención de las comunicaciones.
La fuerza pública fue movilizada a las calles, dejando imágenes de operativos masivos en barrios conflictivos o en poblaciones enteras. Iban puerta por puerta buscando a sospechosos de pertenencia a pandillas que después eran presentados, ya detenidos, en ropa interior.
Dos años después de implementar esa estrategia, más de 76.000 personas permanecen encarceladas, la mayoría de ellas sin que haya una sentencia en su contra, y el mismo gobierno ha tenido que liberar a cerca de 7.000 por falta de pruebas.
Organizaciones de derechos humanos han denunciado maltrato a los presos y decenas de muertes en las cárceles, algunas con indicios de tortura.
LA SEGURIDAD CIUDADANA, UNA BANDERA ANTE LAS CRÍTICAS
Pese a los cuestionamientos por abuso a los derechos humanos que ha recibido la política de mano dura de Bukele, el mandatario se aferra a los resultados como cimiento de su propuesta de gobierno.
Los pequeños negocios de los barrios ya no sucumben ante las extorsiones de las bandas y los niños caminan a las escuelas sin miedo a ser reclutados de forma forzosa por las pandillas.
Aprender en condiciones adecuadas es una oportunidad que merecen todos los niños en El Salvador, por eso, con cada escuela estamos sentando las bases del futuro, paso a paso. 🇸🇻 pic.twitter.com/mevdot5xBU
— Gobierno de El Salvador 🇸🇻 (@Gobierno_SV) February 2, 2024
Ésa es la justificación del presidente para respaldar su estrategia de seguridad. A quienes critican su política de mano dura los acusa de ser defensores de criminales. A las organizaciones de derechos humanos les increpa que dónde estaban cuando las bandas tenían tomadas las calles del país.
En septiembre pasado, defendió sus decisiones durante su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
“Hoy vengo a decirles, ese debate se acabó, ya no somos la capital mundial de la muerte, hoy somos un referente de seguridad, ahí están los resultados, son irrefutables, en El Salvador hicimos lo correcto para El Salvador”.
Con información de AP.