Cuatro niñas abusadas demandan a sus Estados por impedirles abortar
Las menores originarias de distintos países, fueron obligadas a ser madres tras sufrir abuso.
Agencia
ECUADOR.- Cuatro niñas víctimas de abuso han demandado a los Estados de Ecuador, Guatemala y Nicaragua frente al Comité de Derechos Humanos de la ONU por obligarlas a ser madres tras impedir su acceso al aborto en el marco de las legislaciones vigentes en cada uno de los países.
De acuerdo a RT, la iniciativa sin precedentes supone que por primera vez se presentan cuatro demandas separadas de manera simultánea con casos emblemáticos que cuestionan la violación de los derechos de las niñas. El objetivo es obtener justicia y reparación de daños a las víctimas para que estas situaciones no se repitan en el futuro.
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Esta acción legal está respaldada por organizaciones de la sociedad civil que han emprendido la campaña regional 'Niñas no madres' en redes sociales para informar sobre las graves consecuencias de la violencia sexual y las maternidades forzadas. Destacan los promotores que Latinoamérica es la única región del mundo en la que los partos en menores de edad van en aumento.
"Obligar a que una niña violada deba continuar el embarazo y asumir una maternidad forzada es tortura", asegura Ximena Casas, representante de Planned Parenthood Global para América Latina.
En los cuatro casos, las niñas identificadas como Lucía, Norma, Susana y Fátima eran menores de 14 años cuando resultaron embarazadas producto del abuso y les negaron la interrupción legal del embarazo. Por otra parte, se asegura que la salud de las menores se vio afectada y se puso en riesgo su vida.
En ese entonces las niñas presentaron dificultades para asistir a la escuela, y en todos los casos, los agresores permanecen impunes. Por ello, la campaña pretende movilizar a la sociedad civil para exigir la protección de sus derechos y la atención integral de este problema.
Según la información disponible en la campaña, en el mundo, cada año quedan embarazadas aproximadamente 2 millones de niñas.
La mayoría de estos embarazos son el resultado de violencia sexual y los agresores suelen ser miembros de su familia o personas cercanas.