Milenio Digital
CIUDAD DE NUEVA YORK, NY, EU.- En la residencia Hebrew Home Riverdale de El Bronx el sexo entre personas de la tercera edad no solo no es tabú, sino que la expresión sexual está alentada por las reglas del lugar e incluso han iniciado un servicio de citas entre residentes.

"No quiero pasar el resto de mi vida sola. Me interesa la intimidad física, pero también encontrar a alguien que me estimule intelectualmente", contó Francine, una de las residentes del asilo.

Francine busca pareja

Francine es una de la veintena de personas que se ha interesado por el servicio que ofrece esta residencia, al que uno se une simplemente rellenando un cuestionario con sus gustos y preferencias. Después se reúnen algunos de los consejeros del centro e intentan encontrar posibles parejas.

La mujer, quien enviudó por segunda vez hace un par de años, dijo "confiar" en encontrar a alguien con quién pasear por la orilla del río Hudson. "Ya hay gente buscando (pareja) por mí", sonrió satisfecha al ser entrevistada.

La encargada hace unas semanas de preparar el primer encuentro del servicio de citas, el llamado D-Program en el Hebrew Home Riverdale, fue la propia directora de servicios sociales de la residencia, Charlotte Dell.

"Preparamos una cena romántica junto al río, con flores frescas y con velas; todos nos ilusionamos ya mucho", explicó Dell.

"Una cita entre octogenarios no es tan diferente como entre adolescentes", añadió la psicóloga, tras revelar que todavía no ha surgido el amor en el D-Program, aunque sí grandes amistades.

La iniciativa

Daniel Reingol, consejero delegado de RiverSpring Health, que gestiona el centro, fue el responsable en 1995 de establecer las reglas sobre "expresión sexual" de la residencia, basadas en el respeto y aliento a las relaciones sexuales con la restricción únicamente de que exista un consentimiento claro de las partes.

A principios de los años 90 Reingol se dio cuenta de que "había una necesidad por cubrir" en cuanto a normalizar el sexo en las residencias, explicó en conversación.

"Existe un conservadurismo en este país (EU) que lleva a cierta incomodidad a la hora de ver a la gente mayor haciendo cosas tan naturales como el sexo", señaló el presidente de la empresa de cuidados para gente mayor.

Reingol apuntó que en la residencia para ancianos también facilitan métodos de protección contra enfermedades de transmisión sexual como condones, además de estimulantes para tener sexo, como el fármaco Viagra.

"El amor no tiene edad", destacó Reingold al defender su iniciativa, aunque no sabe si algún día llegarán a celebrar bodas como fruto de su política de puertas abiertas a la libre expresión sexual.

"A menudo la gente se casa por una estabilidad económica o para crear una familia. A esta edad hay menos necesidad de dar ese paso", opinó.

Políticas

En las políticas de expresión sexual que el directivo diseñó hace unos años se hace referencia a un asunto que podría generar preocupación para muchos familiares, el del consentimiento cuando existe principio de demencia.

"Partimos de la base de que si se expresa el deseo sexual es que existe, pero de todas formas tenemos un grupo de psicólogos que conoce bien a cada persona y puede determinar si ese consentimiento es válido con su valoración profesional", explicó Reingol.

Otro asunto sobre el que a menudo se le cuestiona, señaló, es el de la reacción de la familia. La mayoría, explicó, son "muy comprensivos" y quieren que sus seres queridos "sean felices".

De todas formas, abundó, "para mucha gente que sus padres tengan sexo es ya tabú, tengan la edad que tengan. Conozco gente que parece incluso que quiera negar que sus padres hayan tenido nunca relaciones sexuales. Un pensamiento poco interesante", dijo entre risas.

"Cuando llegas a cierta edad parece que todo gira en torno a la pérdida. Pero no tienen por qué renunciar a la intimidad sexual ni al amor. Que alguien se enamore de otra persona y se levante cada día con esa motivación y deseando verle en el comedor, o en cualquier sitio, es algo simplemente maravilloso", concluyó.

(Con información de EFE)