Agencias
Jerusalén, Israel.- El presidente israelí Reuven Rivlin dio a conocer que el nuevo gobierno deberá servir a "todos los ciudadanos de Israel" e hizo un llamado a iniciar un "proceso de curación" después de una agitada campaña electoral que puso de manifiesto profundas divisiones internas.

El puesto de presidente es sobre todo ceremonial, y Rivlin se ha presentado como un unificador. Uno de sus escasos poderes reales es el de designar a la persona con las mejores posibilidades de formar un gobierno de coalición después de las elecciones. Durante la disputada campaña electoral pareció que debería cumplir una función crucial, pero la contundente victoria del partido oficialista Likud redujo al mínimo su papel.

El domingo, Rivlin inició consultas con todos los partidos representados en el parlamento para escuchar sus recomendaciones antes de designar oficialmente a Netanyahu, y aprovechó la tribuna para llamar a la unidad, de acuerdo a la información publicada por The Associated Press.

En un intento de último momento para estimular el voto de sus partidarios, el primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que "multitudes" de ciudadanos árabes acudían a votar y ponían en peligro los años de gobierno del derechista Likud. Los árabes respondieron con acusaciones de racismo y la Casa Blanca comentó el lenguaje divisionista.

En alusión a las reacciones, Rivlin dijo a los representantes del Likud que el nuevo gobierno deberá estar al servicio de "todos los ciudadanos de Israel, judíos y árabes".

"Hemos pasado por un período electoral tempestuoso y exaltado", dijo. "Este es el momento de iniciar un proceso de reparación y curación en la sociedad israelí".

El Likud de Netanyahu obtuvo 30 de las 120 bancas del parlamento. Parecería que le resultará relativamente fácil obtener una mayoría de 61 bancas con sus aliados religiosos y nacionalistas.